SORORIDAD: ¿Para Qué? ⋆ Despertar Diario

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Sororidad es un concepto que se origina de la palabra latina “soro” que hace referencia a la hermandad y solidaridad entre mujeres.

Por: C.P. América Rojas Cruz | @AméricaRojas

Todavía hace algunos años podías caminar por la calle y era común ser testigo de violencia hacia una mujer, nos escandalizaba, nos enojaba y nos frustraba, pero era más común que nadie hiciera nada. Recuerdo que a mis escasos 17 años haber defendido a una mujer adulta de los insultos y golpes que le propinaba su pareja y fue ella, justo ella, quien me reclamo que interviniera y me pidió que no me metiera en sus asuntos de pareja. Quedé estupefacta, me fui confundida, caminando despacio y observando como el drama de pareja continuaba.

Tal vez en esos años el concepto de violencia de género, aunque se conocía, no se concebía como tal, se veían como “problemas de pareja” y a la luz de ese concepto, aparejado a la ignorancia y la soledad que sentía la mujer violentada, al miedo a ser señalada socialmente, repudiada familiarmente, el silencio y la injusticia, hacían presa de ella.

De esta forma el apoyo mujer-mujer no existía, no se hablaba de estos temas, más que en la secrecía con alguna persona que guardara su secreto, no se denunciaba, no se alzaba la voz en busca de una solución y menos aún se daba el acompañamiento a la mujer violentada.

¿Qué es la SORORIDAD?

Sororidad es un concepto que se origina de la palabra latina “soro” que hace referencia a la hermandad y solidaridad entre mujeres, poniendo énfasis en las cuestiones de género, tales como la lucha por la desigualdad y la discriminación entre géneros, el feminismo, la eliminación del machismo, la violencia de género, entre otras.

Para Kate Millet en los años 70’s, Sororidad se origina de la palabra inglesa “sisterhood”, para referirse al feminismo de la segunda ola, que tiene un amplio sentido de hermandad entre mujeres.

Asimismo, la académica Marcela Lagarde retoma y da significado a este concepto desde la palabra francesa “sororite” y del mismo vocablo inglés “sisterhood” y lo define como una forma de complicidad entre mujeres y la visualiza como una propuesta política para las mujeres y a favor de las mujeres, una perspectiva netamente feminista.

Más allá de las traducciones de los vocablos inglés y francés, se han utilizado sinónimos para definir Sororidad como hermandad y fraternidad, no obstante de estos, fraternidad tiene una connotación más cercano a la hermandad desde el género masculino de hermano (frater), así lo distinguió Miguel de Unamuno quien desde 1921 en su novela Tía Tula, advierte un vacío en el léxico a no existir las palabras Soral o Sororidad que hace referencia al género femenino, sin que por esto lo haya utilizado como termino feminista.

Así, el termino SORORIDAD actualmente está siendo utilizado por los movimientos feministas que buscan acabar con los diversos e históricos problemas de género, intentando lograr el empoderamiento de las mujeres desde una dinámica colaborativa, de amistad, de reconocimiento de igualdad sin distingos de origen, edad, condición social o preferencia sexual. Y circunstancialmente se desarrolla principalmente en los ámbitos social, legal y el político.

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En lo social, para enfrentar los problemas de las mujeres se han generado redes de apoyo, colaboración y coexistencia y por lo tanto de defensa, de ayuda mutua, atendiendo la necesidad de romper el silencio y la soledad que se vivió por la mujer afectada, creando los vínculos, el entendimiento, la intimidad y las alianzas que naturalmente se dan entre mujeres. Aquí también, la Sororidad es un nuevo rostro de un movimiento creado con un alto sentido de humanismo y amor hacia las mujeres, que responde también a las críticas de sistemas patriarcales que denostaban el movimiento feminista.

Con este carácter se han creado organizaciones que defienden los derechos de la mujer, derechos reproductivos, de desarrollo económico y financiero, de educación, de respeto a su cuerpo, de respeto a creencia e ideología, de eliminación de la violencia de género, de abolición al feminicidio, el ciber acoso, solo por señalar algunos.

Un ejemplo destacable son las organizaciones de mujeres africanas quienes han concentrado sus esfuerzos en superar las hambrunas a favor de sus familias, buscar accesos a la educación para los infantes, evitar la violencia extrema contra mujeres jóvenes y niñas, como trata o la mutilación de genitales, apoyar a los desplazados que huyen de la violencia, etc. Pero, así como ellas, hay muchos ejemplos más en todo el mundo.

Estas organizaciones de mujeres han coincidido en un decálogo de acciones para favorecer la Sororidad:

Utilizar el apoyo mutuo entre mujeres e incorpora al mayor número de mujeres.
No juzgar apariencia física de ninguna y evitar la violencia lingüística
Generar alianzas para que no quede ninguna mujer sin sororidad.
Ser escucha activa si alguna necesita ser escuchada
Respeto por la preferencia sexual
Denunciar toda violencia de género.
No culpar a quienes son víctimas, ni justificar el acoso
Apoyar el desarrollo económico y laboral de las mujeres
Evitar el refranero popular machista.
Generar redes de defensa y autocuidado

Es importante recordar que la violencia hacia las mujeres en un alto porcentaje conlleva una intencionalidad sexual, por lo que el aislamiento y el silencio la pone en una posición de víctima altamente vulnerable, basta decir que la ONU Mujeres reconoce que 6 de cada 10 mujeres violentadas en vía pública tiene esta connotación sexual y que más del 40% de las mujeres han sido violentadas sexualmente en algún momento de su vida.

Por eso es importante destacar que cada día se hace más latente esa fraternidad entre mujeres, nos damos cuenta de que los vínculos fraternales son más fuertes, se expresa en el mayor número de Organizaciones y Colectivos de Mujeres con propósitos claros y estructuras sólidas.

En mi experiencia personal veo cómo algunas mujeres buscan la ayuda de otra y ofrecen la ayuda a otra, incluso desconocida, solo para hacer un vínculo fraterno, para hacer pactos y contar con alguien con quien identificarse y a generar pertenencia.

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Sororidad también es un cambio de expresiones que culturalmente se venían usando, como, por ejemplo: “mujeres juntas ni difuntas”, “calladita te ves más bonita”, “mujeres complicadas jamás se pondrán de acuerdo”, “tenías que ser vieja”, y otras que hacen alusión a su origen, a denostar su actividad laboral, su actividad o preferencia sexual, su situación económica, su situación familiar, etc.

¿LA SORORIDAD rompe patrones culturales?

Así es, desde este mundo tradicional patriarcal donde en apariencia la labor del patriarca era mantener la protección, el equilibrio y la conducción de una familia, un grupo social o una comunidad, se distorsionaron los roles. Así pues el gran reto es romper con los mitos de una sociedad masculinizada y patriarcal que impone la competencia entre las mujeres y las degrada.

Todos hemos sido testigos de este sistema de competencia en el que el mundo patriarcal ha incitado a las mujeres no solo a competir si no a destruirse, lo vemos en el mundo laboral, intelectual, de la belleza, de los espectáculos, la moda, la sexualidad, la cultura, etc., donde se ha privilegiado más el grado de aceptación que una mujer arranca al sector varonil, que, a sus propias capacidades, su logro y su desarrollo.

Basta observar que si bien en México ya se han contemplado medidas legales para garantizar la participación política igualitaria, de protección a madres trabajadoras, de igualdad en la selección de personal, de hostigamiento y acoso sexual, siguen habiendo cifras oscuras que demuestran el acoso laboral, la discriminación profesional, la discriminación del trabajo en casa no remunerado, el INMUJERES estima que cada mujer que realiza un trabajo remunerado de 40 horas semanales, destina más de 30 horas al trabajo en casa, cifra dos veces mayor que el de los hombres, asimismo, que en 2020 de los empleos remunerados en el país solo el 45% de las mujeres tenían acceso mientras que el 76.5% de los hombre estaban empleados, situaciones que en los ámbitos rurales se extreman las diferencias (Desigualdad en Cifras, INM).