nuevos papis
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Diego Figueroa | @oreugiFDiego

 

Actualmente los nuevos papis están tan perdidos, desde el espectro emocional, laboral e individual, que, en el peor de los casos, el papi o la mami, se olvida de su propio ser, se olvida de su individualidad y simplemente se fusiona con su rol de ser madre o de ser padre. Éste, a mi humilde pensar, es el peor de los casos, no tanto para los hijos, sino para el padre que se olvida de su propia identidad por el hecho de auto llamarse “es que soy mamá de… o soy el papá de…” como si su persona, reconocimiento individual o valor, simplemente existiera por su rol de ser el padre de Juanito o la mamá de Anita.

 

Menciono que éste es el peor de los escenarios porque cuando el papi o la mami, hacen de lado su vida para “cuidar del retoño” todos sus sueños, ilusiones, esperanzas o planes personales, quedan ¡hechos añicos! Trasladando esos restos, escombros, pedazos o sueños perdidos a las clases de Ballet, las clases de piano, las clases de canto, las de cocina para peques, el curso de equitación… porque quieren que “Juanito el Especial” o “Anita la Auténtica” sean y obtengan lo que ellos ya no pudieron alcanzar.

 

La manipulación del pequeño se ve tan estructurada que el propio Freud se volvería a morir al ver cómo todo eso que él estudió sigue siendo tan presente. El papi, sueña ver al hijo lograr lo que él no pudo, su mami, quiere vivir mediante Anita la Auténtica, toda esa vida color de rosa, maravillosa que ella soñaba en su juventud.

 

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Pero para que Juanito el especial no sufra, o Anita la Auténtica no la comparen con alguien más, a ambos los forran con todo lo que los papis tienen. Protegiéndoles de todo y cuidándoles que nada, absolutamente nada, lo afronte, los cuestionen o les haga sentir mal o peor aún, el miedo más grande de sus papis: Que les hagan ver el posible fracaso en su realidad. ¡No, no pueden! Porque entonces el Rol de buenos padres no se cumpliría y lamentablemente, Juanito dejaría de ser especial y dónde quedaría Anita.

 

Ahí, los papis de ahora crean un silogismo casi perfecto, ellos no están dispuestos a que Juanito el Especial sufra, entonces, ellos lo protegerán y le darán todo para que él sea feliz, porque siendo feliz, ellos cumplen su rol de buenos padres. Porque tienen un hijo feliz, haciendo lo que sea porque lo primero se cumpla, por lógica, ante la sociedad ellos quedarán en lo más alto del pedestal social, por cumplir el Rol de los padres que apoyan en todo a sus hijos.

 

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Con el tiempo, cuando los papis salgan de sus 50’s y empiecen a ver la vida diferente, se quejarán porque a Juanito hay que darle todo, porque Anita es la única que ha seguido estudiando a sus 36 años sin siquiera haber trabajado ni de niñera en el extranjero (Au pair para ser exactos) con el peso de 2 adultos disfuncionales aislados de sus funciones sociales, en un estado perfecto de alienación donde, los capullos no saben lo que pasa afuera, pero, al mismo tiempo, los papis seguirán cumpliendo su Rol de padres, protegiéndoles y dándoles una vez más, un año más, un lustro más la seguridad que ellos, en su rol de ser papás han entendido: El Rol de los padres es cuidar a los hijos.

 

Y así el capullo tiene más de 30 años y necesita que la mamá le haga la comida, le planche la ropa, le arregle el cuarto, las palabras de Anita son ley, mandamientos casi casi eclesiásticos que se deben cumplir desde lo que quiera comer hasta los tipos de muebles que se deben tener para que su casa se va en las redes sociales envidiables y le sigan envidiando la clase que ella solita tiene.

 

Juanito el Especial, con 35 años no termina por encontrar un trabajo que le haga sentir bien, que le motive a crecer, dejando uno tras otro y empezando su carrera de emprendedor perenne. Aclarando que su papi, deberá seguir pagando las mensualidades del carro del año, el seguro, los servicios, la gasolina pasando por el dinero de fin de semana de Juanito y su pareja, por mencionar algo.

 

Con más años cada año Juanito, sigue siendo tan especial, que ahora, él es el dueño de la casa de sus padres sin siquiera haber puesto un solo centavo.

 

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Ahora, sus padres con 60 años seguirán trabajando para traer a la casa, las vacaciones de Juanito, los viajes al extranjero, el carro del año, la novia más joven, los viajes de éstos…, viviendo a través de Juanito la vida y las relaciones que los padres no pudieron tener. Los padres más cerca de su final seguirán cumpliendo su Rol de papis, auto justificando la miseria de su existencia al luchar ahora por mantener las exigencias del Especial.

Y la función de estos padres… para qué hablar de algo que ya no les dará tiempo.

 

Mientras con Anita la Auténtica, ella sigue estudiando, sin jamás haber conocido un sueldo ni mucho menos presiones laborales. Dos maestrías nacionales, un master en España, obviamente diplomados Anglosajones y la fantasía más sagrada de la madre de “por fin casarse con un extranjero” porque alguien tan especial, tan auténtica, tan única como Anita, no puede casarse con un nacional, su pareja debe ser extranjera.

 

La madre vendiendo de todo, se vuelve una nueva neni de 50 años que hace entregas afuera de las estaciones más nice, de la Ciudad de México. El papi de Anita ha invertido hasta en autolavados para sacar más dinero y así pagar los estudios de la hija, que, en cada desayuno dominguero con los amigos, los papis se llenan la boca diciendo que ahora está en Edmonton, Canadá. Estudiando un curso de Impacto Ambiental en Ecosistemas Lunares con proyección al Desierto de Sonora ayudando a la supervivencia de la flora nacional, porque obviamente ella no olvida sus raíces y su propuesta es escribir la investigación en Maya (sin siquiera saber ni los números) porque todo lo pro-Cultura es Inn y es lo de mayor impacto.

 

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Viviendo la vida de las estrellas, sus papis solo saben de ella por el feed de Insta y ella, con la presión social de subir no menos de 100 fotos al día: Siempre sonriente, siempre feliz, siempre disfrutando y claro, auto explotándose leyendo 20 libros al día, siempre haciendo saber que se desvela escribiendo ensayos hasta las 4 de la mañana, para que a las 6 am, esté una nueva foto de ella ya lista haciendo Yoga y bebiendo Té verde, con la vista desde una de las torres de la ciudad como debe ser y como una vida de… de película.

 

Queda presente un sentimiento de hedonismo fuera de control, una vacuidad emocional sin llene ni mucho menos aceptación, el problema de ego más que declarado y la frustración de no poder tener una pareja estable por más de 3 semanas. Al llegar a casa, Anita la Auténtica, no le quita la etiqueta de amargada a su madre, haciéndole menos cada que puede por los gustos en los muebles, por su aspecto físico, por la forma que tiene de vestirse, “porque ya no tiene edad para hacer, decir, sentir, hablar y quizá para Anita hasta de pensar. La mamá anticuada, infeliz, depresiva, menopáusica “pero eso sí” en las redes sociales #amotuscuidados / #portisoyfuerte y toda esa basura digital.

 

Al estar con el padre, es estar con el contador personal: Debes pagar el semestre antes de tal fecha, no se te olvide renovar el contrato del departamento, también tienes que aumentar la cláusula del seguro porque ahora ella quiere nadar con tiburones, el incremento de la comisión por uso de moneda extranjera, de igual manera el pago del celular con larga distancia internacional, todo eso en tono de exigencia y mandato: ¿Y CUANDO LOS VAS A PAGAR PAPÁ?

 

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Pero, preguntarle a ella ¿Cuándo piensa trabajar? Es ofenderla de sobre manera, es correrla de la casa, es siempre hacerla sentir que no vale lo suficiente y que por eso la alejaron del seno familiar, porque es típico que en estos escenarios el hijo siempre termina culpando a los padres de “abandono emocional” pero bueno, uno como padre nunca tiene un manual. Cuestionarle cuándo dejará de hacer licuados para bajar de peso y ponerse a trabajar, es en su mente, insultarla, decirle que es una callejera y que no se le quiere ver más en la casa porque les da pena tener una hija así.

 

Y de nuevo, Anita la Auténtica, se tiene que ir a su departamento en el extranjero, porque en su casa, ya le es imposible quedarse más de 4 días sin pelear con sus papás, porque nunca la han entendido y ella no puede hablar con ellos de lo que a ella, en verdad le apasiona, de lo que ella sueña hacer y de la vida, que, fuera de las imposiciones de estudiar de su padre, ella quiere vivir: Mudarse a la Patagonia y sembrar jitomates orgánicos, haciendo una choza de madera y vivir aislada fuera de las presiones capitalistas actuales pero de una forma autosustentable y claro, siendo ECOfriendly con su nuevo hábitat.

 

Ahí se cumplen los dos supuestos.

 

Los papis siguen al pie de la letra (porque se les educó según ellos a seguir órdenes) el Rol de ser buenos padres.

 

¿Cómo saber que lo están cumpliendo?

 

Porque al ver a sus hijos felices y realizados, al platicar todo lo que hacen, todo lo que viajan o todo lo que estudian, es comprobar que, sus hijos están haciendo lo que les llena, lo que les da sentido, lo que les hace felices y aquí, al cumplirse la consigna, por decreto ellos están cumpliendo al 100% su Rol de padres amorosos que protegen, cuidan y velan por sus hijos.

 

Por lo tanto, ellos como papis lo están haciendo y nosotros como sociedad, estamos recibiendo a miles de emprendedores como Juanito y a miles de luchadoras sociales altamente preparadas como Anita.

 

Entonces, yo les pregunto a ustedes estimados lectores, ¿El Millennial nace o se hace?

 

Para mí, en mi muy humilde criterio queda ante mis ojos muy claro que, nuestros jóvenes Millennials, no son el problema, son la consecuencia.

 

Pero bueno, yo que voy a saber, ya la vida es otra, ya son otros tiempos, yo soy el Don que todo le molesta, el que ya no tienen paciencia, “el viejo loco” que ya de todo se queja; así que no me hagan mucho caso, total, yo ya voy de salida en este camino y en efecto, a mí ya no me quita nada.

 

 


 

 

 

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Por adminCGJ

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