Ser autodidacta permite obtener autonomía, logra buscar e indagar y aprender por nuestra propia mano, gestionando el aprendizaje individual que nos aleja de la homogenización de las masas, ya que el conocimiento parte de uno mismo en su búsqueda y por ende el acercamiento más certero a la verdad.
“Se puede obligar a un niño a estudiar hasta un límite, pero el potencial
de crecimiento mediante un aprendizaje autodidacta es infinito”.Toru Kumon
Por: Miriam de la Fuente Sánchez | @Miri
La educación se ha revolucionado los nuevos modelos educativos son una prueba del ello, la migración de la educación a distancia y ahora con el modelo intermitente hibrido, los propósitos de la educación han sugerido modificaciones con la intención de atender la diversidad de necesidades que el mundo actual percibe como indispensable.
Una de las situaciones presentes, es que nuestros niños están acostumbrados a las instrucciones de otros, a que el adulto otorgue todo lo necesario para poder aprender, sin embargo, nos pudimos percatar que la parte autodidacta era algo indispensable donde el estudiante se comprometiera con su propio desarrollo.
Los objetivos por alcanzar en la escuela deben ser cuestionables, ¿Qué es lo que realmente se necesita transmitir a nuestras niñas y niños?, ¿Cuáles son las habilidades a desarrollar que serán las ineludibles para hacer frente a la vida real?
El reto, poder crear niños autodidactas, cambiar el enfoque en la educación tanto formal como informal, donde se percibe al maestro o el adulto como el que ofrece el conocimiento o la instrucción para ejecutar algo y donde el niño juega un papel alternado hablado de su participación, es decir en momentos activo y otros sin tanta contribución solo en espera de la indicación.
Se trata entonces de trabajar en un individuo más fortalecido, aquel que reconozca sus propias necesidades y las gestione a modo de satisfacerlas, aquel que pueda estar integro en su individualidad, y con ello ofrecerlo socialmente.
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Aprender a aprender, esa es la cuestión donde una de las principales premisas es potenciar la curiosidad y la creatividad. Recordemos que los niños son pequeños investigadores por naturaleza, constantemente se hacen cuestionamientos acerca de lo que observan que acompañado de la creatividad traerá consigo que el niño busque posibilidades y soluciones, cultivando mentes curiosas. Esta asombrosa capacidad de cuestionarse hace al individuo diferente, aquel que es capaz de aprender por sus propios medios.
Es importante rescatar que el adulto debe ofrecer la oportunidad de que el niño experimente por sí mismo y también se equivoque, porque solo a partir de esto generara su gama de herramientas personales para resolver conflictos futuros
El camino de la autonomía es pedregoso, el intento y el fallo es el día a día en el proceso de actuar por nuestra propia cuenta, un aspecto principal para enseñar al niño está en relación con el error o al equivocarse. Solemos penaliza el error, sin ver el lado positivo que este brinda el de la experiencia y sabiduría a quien lo comete. Esta visión se debe transmitir para que el infante aprenda de sus equivocaciones no como dificultades, si no como retos que afrontar y superar. Esto dará oportunidad de reinventarse de ser resilientes, y en la medida en la que pueda ir adquiriendo estas formas de pensar.
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Padres y educadores deben generar seguridad y confianza en los niños creyendo en las capacidades y potencialidades, evitando minimizar sus logros o tener falsas creencias de que por edad no pueden realizar las cosas por sí mismos. Promoviendo positivamente la parte emocional, que es pilar para el desarrollo autodidacta, ya que en la medida en la que el individuo se reconozca en sus fortalezas y debilidades modelara un adecuado auto concepto, fomentando actitudes de autonomía que le permitan generar acciones en pro de su bienestar.
¿Qué implicaciones tiene en la edad adulta, el fortalecimiento de un niño autodidactica?
Principalmente más posibilidades de generar una personalidad resiliente a los cambios y las adversidades, con creatividad que aportaría a su vida en general y lo ayudaría a la solución de problemas. Evitando la dependencia emocional, con ello el desarrollado de habilidades emocionales más solidas, en busca de un equilibrio que le permita estar en bienestar, basado en la responsabilidad de sí mismo.
Del mismo modo el ser un adulto autodidacta mejora las oportunidades incluso laborales, la economía favorece a personas pro activas, que buscan su independencia laboral y que generan propuestas novedosas en los campos laborales donde se desarrollan.
Las nuevas generaciones deben tener la oportunidad de ampliar sus habilidades personales, aquellas que sean funcionales para el bienestar y equilibrio de su propia vida. Mentes más abiertas y libres de pensamiento que cuestionen los acontecimientos del mundo, porque son aquellos individuos que buscan las verdad y no se vuelven masa en la sociedad, los que hacen cambios verdaderos no solo en su área personal, si no también a nivel social.
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