Por: Alejandro Saucedo Hernández | @AlexSaucedo
Estimado lector de este medio de análisis, información y de opinión “Despertar Diario” le saludo con gusto y una vez que la efervescencia electoral, ha bajado la intensidad, en diversas latitudes de nuestro bello Estado Tlaxcalteca, cuna de la nación, con un mosaico cultural, legado de mujeres y hombres guerreros que supieron mantener su independencia. Tal como lo relata el cronista e historiador Don Crisanto Cuellar Abaroa, “Tlaxcala fue un nido de Águilas. Su terreno escarpado en el que se levanta majestuosa la Matlalcueyetl, creó en su regazo a los hombres indómitos y altivos que no cejaron jamás ante el peligro, y que supieron siempre mantener su autonomía”.
Desde tiempos prehispánicos, nuestro territorio gozaba de democracia y pluralidad aquellos señoríos que integraban la republica de Tlaxcallan se veían constantemente asediados por los Mexicas, los Cholultecas e incluso por los Huejotzincas, sin lograr dominar a la raza guerrera.
Sin embargo, esos conceptos trascienden a través de los tiempos y muestra de ello se pudo observar después de que el INE y el ITE concluyeran el conteo tanto de los 300 distritos electorales federales, 15 gubernaturas, una de las cuales pertenecía a Tlaxcala, así como de forma estatal, 15 distritos locales, dictaminado los 10 puestos plurinominales, revisado elecciones en 60 municipios, incluyendo a 60 sindicaturas, 350 regidurías y 299 presidencias de comunidad; ahora se ven vacías las calles, ausentes los estados de Facebook, las tardes de café posicionando o defendiendo a sus candidatos, en la no por nada, bautizadas, como las elecciones más grandes del país.
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Y en efecto, nunca en la historia de este maravilloso territorio se habían visto por las calles transitar brigadas de diversos colores, emitiendo consignas, enalteciendo a su candidato con porras y encontrándose frente a frente con los equipos de otros candidatos que en muchas ocasiones no se compartían proyectos políticos, pero que existía la civilidad de saludarse e incluso de desearse buena suerte, pues todos al final del día y también de la jornada electoral, sabíamos que habría un proyecto ganador, un representante que lo abanderaría y todos volveríamos a nuestros trabajos, negocios, deberes, con la convicción de haber sido actores de cambio para Tlaxcala, así como aquellos indómitos antecesores que pisaran estas tierras.
Un gran enemigo que vencer en esta pasada contienda electoral, a parte del SARS CoV-2 Covid 19, fue sin duda el abstencionismo, pero evidentemente la participación social fue tanta que se podía ver alrededor de las más de 1600 casillas un ambiente, en ocasiones de tensión, pues como lo veo sería el destino de cada una de las latitudes y territorios por los cuales se estaría, electoralmente hablando, compitiendo y delegando el futuro a un administrador con el mejor proyecto para el desarrollo y mejorar, ni más, ni menos que, la calidad de vida de sus habitantes.
Sin duda la democracia heredada de un legado Tlaxcalteca en el que ya se hacía llamar la Antigua República de Tlaxcallan, formada por cuatro señoríos que estaban gobernados por Tlahuexolotzin en Tepectipac, Maxixcatzin en Ocotelulco, Xicohténcatl el viejo en Tizatlán y Citlalpopocatzin en Quiahuixtlan, el día 6 de junio dejaron muy en claro que somos y seremos dignos representantes de una cultura indomable.
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A una pregunta, tácita de saber quién ganó en las pasadas elecciones, pienso que gana la participación ciudadana, que las y los candidatos empeñaron su palabra, y que lejos de ganar un puesto, es la primera batalla por la cual no se deberían de sentir muchos de ellas y ellos orgullosos, saben de qué forma lo han logrado, quienes lo han hecho por la convicción de servir y no de servirse, será ahí en ese momento en el que se dirá que una o un candidato ahora electo en el puesto que corresponda, habrá ganado la elección, cuando por esa convicción, ética y civilidad política que tiene por el territorio Tlaxcalteca, demuestre que la elección no fue traducida en una decepción como tantas otras que anteceden en el historial del punto geométrico del que se trate.
Cierro mi intervención, diciendo que llevan ventaja aquellos y aquellas candidatas que han tenido un historial político, social, ético y hasta moral, de servir con el corazón, de lo contrario ya se ha pronunciado el Presidente de la República y la Gobernadora de nuestro Estado, por hacer manicura y acabar con los malos gobernantes y burócratas desleales cuales quiera que sean los puestos.
Ahora ya solo queda esperar, y mientras tanto, se avecina una nueva elección: la Sección 31 del S.N.T.E., esperemos ver esa misma Lealtad hacia el gremio magisterial Tlaxcalteca.
Amigo lector como siempre usted merece todo mi respeto, aprecio, admiración y usted tendrá la última palabra a los locos comentarios de un servidor.
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