Por: Idelogy Learning | @idLearning1
La Nueva Reconstrucción Escolar. ¿En verdad se puede reconstruir un sistema cuando sus partes siguen sonando igual? ¿Se puede pensar en una re-estructura sistémica cuando sus partes, siguen actuando igual? Se puede uno, dar por servido o retirarse tranquilo, cuando los responsables de que un sistema esté atrasado, en algunos sectores este sobrepasado y que, a ojos y sentir de sus usuarios, esté más que obsoleto, sigan actuando igual. Puede uno estar tranquilo sabiendo que, las mismas partes que siempre lo han conformado, son las mismas partes que ahora, “lo van a renovar”.
Uno de los principales motivos de queja o estigma que carga el sistema educativo es que sus actores son ya de una vieja escuela. Egresados de una formación clásica que, ante las demandas de una nueva sociedad, ciertas posturas y actitudes no tienen más cabida dentro de un aula y que esa terquedad a sentirse dueños de un sistema ha sido razón importante para no cambiar. Un Sistema donde, sus reformas son más en términos laborales que, en verdad cambios en terrenos académicos. Que sus planes y programas siguen estando enfocados en distribución y aplicación general. Vamos, para una educación en masa. Un modelo ampliamente criticado en el extranjero, pues los recientes estudios y corrientes tienden más a individualizar el proceso de enseñanza aprendizaje. Todo lo contrario, a lo que se vive en territorio nacional.
Porque guste o no, de Norte a Sur, de Este a Oeste, la idea que se tiene sobre los resultados de la Educación Básica y Media, es la formación, propagación y reproducción de mano de obra barata. A lo largo y ancho del país, esta idea es y sigue vigente pese a todas las previas mal llamadas Reformas Educativas.
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En días pasados, se llevó a cabo una reunión virtual, en la cual se exponían situaciones por las cuales los docentes han pasado en los últimos meses. En dicha reunión virtual, pasan más de 25 minutos agradeciendo la presencia de cada uno de los miembros al más puro estilo clásico de la política mexicana de los años 80’s. Pasan casi treinta minutos en un formato de Ceremonia Cívica en día Lunes primero de mes en escuela publica federal.
En esos treinta primeros minutos, uno puede leer entre líneas, los viejos discursos de los compañeros presentes del Sistema Educativo, se puede palpar que la visión de los que llevan la batuta es la misma partidista de cualquier comité o sindicato laboral. Los actores siguen siendo los mismos y el discurso de empatía, de unión, de saber escuchar, de brindar todo el apoyo al compañero docente, todos esos clásicos en el discurso, una vez más, están presentes, como si se estuvieran prometiendo actos de campaña presidencial.
La escuela, en sus altas esferas directivas sigue sonando igual.
Al minuto cincuenta, se nos comparte datos de INEGI 2019 dónde nos muestran que el 43% de las casas no tenían acceso a internet… Vaya, vaya, qué sorpresa. Y espero, no se maneje como un dato que no se sabía antes de indicar que las clases pasarían a un escenario Digital. Se nos habla de más de 37 mil alumnos afectados, que una vez más, cada uno de los maestros que sí dan clases, son números que en sus mentes al estar presente a grupos diariamente sabían y saben de su existencia. Nuevamente, espero que no se maneje como un número que sorprenda, que no se sabía.
Siguiendo con los “descubrimientos” se nos informa que se vivirá un retroceso en la Educación Inclusiva, que las mujeres serán las que terminen absorbiendo más peso en el aumento de actividades y se nos advierte, a manera de profecía, que se pudiera avecinar un alza en el número de rezago y abandono escolar.
De verdad, tuvimos que pasar una hora para leer datos que nadie había podido sospechar antes.
Si los docentes encargados de mantener los ritmos escolares no tuvieron ni un tipo de capacitación previa para lo que simplemente “se les pidió” que dieran sus clases como pudieran, esperaban realmente que los alumnos de educación básica tuvieran empatía y se quedarán – con el profe – por ser buena onda con él, ¿en verdad un Sistema Educativo puede esperar esos resultados? Esperaban que al tener un deterioro en la calidad de las clases (ya que los mismos docentes estaban perdidos) los alumnos se quedarán, apoyaran y ellos mismos dieran la solución… ¿de verdad se esperaba que los alumnos o sus padres, no tuvieran ni un tipo de reacción o acción?
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En fin, seguimos con la actividad de descubrimiento… Se nos menciona, una vez más a manera reveladora, que, en una encuesta a los universitarios en Puebla, los alumnos opinan que:
- Se sienten llenos de actividades, más que antes.
- Que no tienen acceso a internet.
- No se pueden concentrar y problemas socioemocionales.
- Que no tienen equipo.
Se recurren casi a diez minutos para “informarnos” de todos los problemas emocionales que pasan los alumnos. Una muestra clara de quienes no dan clases ni están frente a grupos desde hace años. Todos estos problemas que se revelan en la conferencia magistral son cosas que los docentes han estado reportando desde hace 8 meses que esta modalidad inició, pero, pareciera que para algunas esferas educativas, hasta apenas es presente.
Una hora y diez minutos pasan, para que entonces se comparta un par de actividades que otros docentes han realizado con sus grupos, mencionando el conectar los intereses con los conocimientos previos de los alumnos. Enfocando nuestra atención a las actividades que los niños han hecho, hablándonos de cómo los niños nos dan consejos de como recrear nuestra didáctica. Usando el desarrollo de pensamiento simbólico en los niños para mostrarnos, que los niños están viviendo la educación en casa y cómo lo viven.
Se nos menciona en diferentes ocasiones que la tecnología es un medio, es una herramienta, es algo que necesitamos empezar a insertar a nuestras clases… Creo que no es necesario hablar más al respecto.
La conferencia magistral usa veinte minutos para enseñar algunos de los trabajos de los alumnos y se analizan desde el punto de vista psicopedagógico la razón de algunas de las actividades que otros maestros han empezado a usar.
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Se nos menciona, que los alumnos se aburren. Y se hace un énfasis en que se deben pensar actividades que eviten que los alumnos se aburran… Han pasado una hora y veinte minutos para compartir con nosotros, estos tipos de puntos que vienen desde las clases en un salón físico.
A la hora y media de ser un participante pasivo, se nos empiezan a compartir algunas actividades usando una de estas nuevas plataformas virtuales. Cosas que se vienen hablando y viendo desde hace ya más de seis meses. Se nos pide investigar qué son y para qué sirven las TIC’s. Nos cuestionan en qué actividades hacemos análisis o cómo conducimos las clases, se nos advierte que no podemos unir las herramientas tecnológicas sino hemos estudiado cómo utilizarlos, se nos repite que las TIC’s por sí solas, no pueden hacer nada por la educación y que es uno, como docente, el responsable de saberlas usar…
Se nos comparte que las maestras de preescolar han empezado a realizar sus propios contenidos, a lo cual, se felicita y se alienta a que uno como docente, comience a crear su propio material, que nos iniciemos a hacer nuestros propios videos, “que investiguemos” y se resalta una vez más, la importancia que tienen el hecho de que los docentes se hagan cargo de sus grupos.
Después de perder una hora y cuarenta y cinco minutos, se nos comparten cuatro aspectos a considerar en las clases Online. Se citan puntos relacionados con la investigación en los medios, trabajos hechos desde los años 90s con las telesecundarias o los videocasetes educativos.
Después de más de una hora, “descubriendo” datos duros, me retiro con un sentimiento de derrota y de amargura.
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Los grandes colosos de la educación siguen escondidos detrás de teorías y postulados clásicos, que no están llevando a nada. Los grandes letrados en Educación lamentablemente no están aportando una luz, una guía, un posible modelo ni programa a seguir. Preguntarles es recibir de nuevo años y años de discursos del niño, de su desarrollo, de sus capacidades, de sus interacciones, de sus pautas, los procesos durante los cuales los estudiantes van creando estructuras cognitivas que bla, bla, bla.
Los profesores hoy, no necesitan más ese romanticismo por la labor docente.
Los profesores hoy necesitan eso. Hoy se necesita un guía, un docente, un compañero que nos vaya ilustrando el camino que si bien nadie conoce, no es lo mismo caminar solo, a hacerlo junto con otros compañeros docentes.
Si tuvieron la oportunidad de perder también dos horas de su vida, escuchando el video con varios rectores de universidades autónomas y una académica investigadora en pedagogía, yo les pregunto:
Si los actores pareciera que no han cambiado en nada, ¿es lógico pensar que ahora todo será diferente?
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