Por: Ricardo Argos.
Este día la gran mayoría de los candidatos realizarán su cierre de campaña, cada uno buscará el mejor lugar para realizar su evento, debemos recordar que, de acuerdo con las medidas impuestas por la secretaría de salud, estas deberán ser muy cuidadas para evitar ser señalados como personas que no ponderan la salud de sus electores.
Aunque legalmente hasta el próximo miércoles 2 de junio todos los candidatos podrán seguir realizando actividades proselitistas, se ha vuelto una tradición realizar los cierres de campaña en domingo, esto con la finalidad de que los asistentes no tengan inconvenientes con sus actividades o labores diarias y puedan asistir con la tranquilidad y tiempo suficiente.
Más allá del evento de cierre de campaña que realice cada uno de los candidatos, deberíamos poner en una balanza lo que esta campaña ha dejado a la débil democracia mexicana, en primera instancia me parece que lo que se tenía como un sistema multipartidista, se convirtió en cierto aspecto y de forma tácita en un sistema bipartidista, ya que la gran mayoría de las candidaturas la batalla se centró en dos polos que buscan defender sus ideas y proyectos para “México” o “sus bolsillos”, dependiendo como lo vea y analice cada ciudadano.
En un tercer flanco se sitúa la gran mayoría de los ciudadanos, los que no obtienen ningún beneficio directo de los candidatos y que gane quién gane tendrá que seguir librando su propia batalla por obtener lo mínimo necesario para su manutención y la de su familia, aquellos que el próximo 7 de junio tendrán que salir, al igual que el día anterior a ganar dinero con mucho esfuerzo y que más allá de un beneficio de quién gane, en la gran mayoría de las veces terminan perjudicando a ese miembro de la sociedad.
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Francamente me parece que esta campaña ha dejado muchas enseñanzas, lo malo es que son los partidos políticos y los candidatos (sean del color que sean en ese momento) los únicos que no quieren abrir los ojos, y que piensan que las cosas están bien hechas, por la simple razón de que así las han realizado siempre y que ellos creen saber perfectamente lo que la ciudadanía quiere y espera de ellos.
Lo que se escucha en uno y otro lado es que todos son lo mismo, el elector que por convicción propia acude a votar, trata de encontrar al candidato menos malo, aunque esto se vuelve cada vez más complicado, ya que cada uno de ellos se esfuerza por demostrar sus carencias, su ignorancia o que simple y sencillamente es un títere de alguien más, y qué decir de aquellos que ya han tenido la oportunidad de gobernar o representar ante el congreso a quienes los eligen, y que ahora vuelven a pedir al elector que confíe en ellos, siendo que han dejado mas que claro que su único objetivo es llegar a una posición política para servirse y no para servir.
Hoy cierre de campaña y el próximo domingo la elección más grande en la historia de México y seguramente así de grande será la decepción que nos llevaremos con los resultados de este proceso electoral, solamente espero que pasada la elección se pueda realizar un análisis a fondo sobre la democracia en México, sobre los partidos políticos (que me parece, han quedado rebasados en todo sentido), y sobre la participación ciudadana, pero sobre todo, qué es lo que los electores esperan realmente de sus representantes, ya que el ciudadano tiene todo el derecho de exigir a sus representantes lo que realmente quiere de ellos.
¡Es Cuanto!
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