Por: Mtra. Miriam De la Fuente Sánchez | @Miriam
La Secretaria de Educación Pública (SEP), puso a disposición los “Lineamientos para el ciclo escolar 2021-2022 de Educación Básica y Media Superior” en la cual postula los principios rectores los cuales se deben reflexionar para la actuación de docentes y directivos ante el regreso a clases.
Los desafíos que se esperan ante un regreso a clases son inminentes, desde el rescate de los aprendizajes esperados, el rezago educativo, los conflictos derivados a nivel personal y emocional por el aislamiento o la enfermedad etc. Por ello la Secretaria de Educación Pública anuncia los principios rectores que orienten, los cuales deberán ser parte del fundamento en las prácticas educativas.
- Ética del cuidado, en la cual se basa en una responsabilidad reciproca en la cual debo buscar mi bienestar personal y al mismo tiempo cuidar de otros generando ambientes sensibles a las necesidades de los demás y crear vínculos de solidaridad. En este sentido se habla que las comunidades educativas generen climas donde todos se sientan protegidos, dejando de lado la exclusión propiamente, el ver al otro como un igual y ofrecer ayuda oportuna.
- Participación incluyente, esta participación tendrá que ser global, atendiendo y escuchando a las necesidades de toda la comunidad educativa, alumnos, maestros, padres de familia, así como a los encargados de la organización de este nuevo regreso a clases como la parte directiva de cada institución. Es importante escuchar a cada miembro ya que cada uno cuenta con alternativas y soluciones distintas relacionadas con el papel que tiene en la escuela. Por otra parte, esta participación recae en involucrar a todos de manera consciente y comprometiendo a toda la comunidad, para que cada uno ejecute responsablemente sus acciones ante el nuevo panorama escolar.
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- Solidaridad, percibida como esta ayuda que se debe otorgar a los estudiantes, que en diferentes matices y circunstancias regresaran a las aulas y visto de esta manera apoyar a que todos trasciendan, y así potencializar las condiciones de aprendizaje en las que se encuentre cada uno de los estudiantes. Colaborando mutuamente entre individuos para la superar adversidades adyacentes a la pandemia.
- Atención a la población Vulnerable, es evidente que la migración de la educación presencial a distancia dejo brechas importantes en la adquisición de conocimientos y en el desarrollo de los estudiantes, sin embargo existen grupos con mas vulnerabilidad que padecieron dificultades considerables, ante este marco de referencia, se deben redoblan esfuerzos por contribuir a la inclusión y a la equidad y apoyar conjuntamente para que estas brechas puedan ser atendidas desde el contexto educativo otorgando la atención pertinente y oportuna a la comunidad con desventaja social.
- Reconocer la diversidad, este lineamiento es complemento de los antes mencionados puesto que debemos observar de manera consciente a nuestra comunidad y entender las diferencias y necesidades, para poder proporcionar adecuadamente el apoyo a la atención de esta diversidad, siendo flexibles y empáticos. Si antes de la pandemia ya existía diversidad, ahora ante un regreso es oportuno vislumbrar el cambio en las condiciones de vida de muchos estudiantes.
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- Las emociones y la relación pedagógica, el cuidado a nivel emocional será un pilar por atender no solo visto como algo extraescolar, si no tomado en cuenta como parte del aprendizaje continuo, por ejemplo, el desarrollo de habilidades emocionales, el trabajo en la resiliencia, y la ejecución del equilibrio emocional personal en relación a la sana convivencia. Y no solo hablando desde el panorama estudiantil si no también salvaguardar la salud emocional de docentes y directivos para que estos generen ambientes de bienestar emocional.
- Evaluar para aprender, es un hecho que cuando los estudiantes regresen a las aula existirá diversidad entre los aprendizajes logrados individualmente, esto sugiere a docentes a percibir la realidad en la que cada uno de sus alumnos se encuentra, para hacer propuestas de como apoyar a aquellos que pueden estar riesgo o rezago educativo y por ende que su evaluación se acorde a las individualidades, ser flexible, y con la intención de conocer el momento actual en el que se encuentran los alumnos para enfocarnos en aquellas áreas prioritarias a atender. Y ver a la evaluación más allá de un enfoque cuantitativo.
La realidad es que nos hemos percatado que la salud emocional es indispensable para sobrevivir adversidades, que debemos ser solidarios, flexibles empáticos y recíprocos con los otros, que una sociedad puede superar las dificultades si se apoyan sus miembros unos a otros, dejando de lado la cultura narcisista y ególatra. Por fin comprendemos que el compromiso y la responsabilidad nos competen a todos, y si así lo llevamos a la marcha podemos tener la certeza que realmente aprendimos. Y estas nuevas posturas, y cambios de pensamiento serán la herencia a las futuras generaciones.
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