Actores educativos, en la nueva normalidad de educación.

Colaboración de: Mtra. Miriam de la Fuente Sánchez | @Miriam

y Mtra. Yuvani Hernández Enríquez | @YuvaniHernández

En la educación podemos encontrar varios personajes, cada uno con responsabilidades distintas que en conjunto trabajan para lograr el objetivo educativo estos van desde los alumnos, docentes y los padres de familia, pero ¿Qué viven los actores educativos en la nueva normalidad de educación?  Hoy conoceremos un poco las circunstancias que viven estos personajes educativos.

Las actividades de los actores educativos se ha trasformado, buscando el acoplamiento a las exigencias de las condiciones actuales, el trabajo a distancia es un reto que día a día se percibe en los hogares mexicanos, desde la conectividad a la que muchos no han podido accesar ya sea por falta de recursos o la lejanía de las comunicaciones por el lugar donde residen, hasta la carga laboral que los docentes viven por intentar que todos los alumnos alcancen los aprendizajes esperados reflejados en trabajo excesivo. Alumnos, docentes y padres de familia manifiestan cansancio, estrés y apatía.

Por una parte encontramos a alumnos que en la nueva normalidad de educación pasan frente a un monitor hasta 10 horas al día dependiendo del nivel educativo, seguido por tareas y trabajos extra escolares que deben acompañar su desempeño académico, la entrega a tiempo de cuadernillos y trabajos que absorben la mayor parte de su día y que deja consigo un hartazgo de los quehaceres escolares.

Del mismo modo encontramos a los docentes, que buscan y luchan en muchas ocasiones contra marea métodos efectivos que suplan las clases presenciales y al mismo tiempo estrategias que realmente promuevan un aprendizaje significativo y el alcance de los aprendizajes esperados.

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Pero ¿Qué conlleva esto?, en muchas ocasiones, en realizar presentaciones diarias que funcionen como el complemento para una clase por video llamada, del mismo modo permanecer frente a una pantalla y lograr la atención y motivación de alumnos, el mantenerlos interesados y más aun corroborar que el método realmente funcione y se alcancen los resultados esperados en el desempeño del estudiante. Sumando tiempo en la planeación, evaluación y llenado de formatos exigidos por su autoridad educativa.

Otro de los actores educativos, son los padres de familia quienes también viven y sufren los estragos de la nueva normalidad educativa, de hecho, son una pieza importante y fundamental para que esto funcione adecuadamente.

Si abordamos el tema de tecnología hay que recordar que existen algunas brechas  generacionales que en muchas ocasiones provocan algunos obstáculos, tal es el ejemplo de abuelos que se quedan al cuidado de niños y que han buscado la forma, y han aprendido a lo largo de estos meses el uso de un dispositivo móvil y de las aplicaciones para poder apoyar a su nietos, también encontramos a aquellos padres que aunque son de edades más tempranas, en ocasiones la familiaridad con el uso de ciertos programas educativos no es tan habitual, de mismo modo el acompañamiento brindado al hijo (a) para comprender el contenido de las clases virtuales y de la transmisión de los programas “Aprende en casa”, en donde muchas veces surgen dudas en el estudiante y en donde el padre muchas veces no puede resolver generando en él un sentimiento de angustia y frustración.

La resiliencia en la nueva normalidad educativa.

Aprendamos a ser resilientes, a tomar los obstáculos como parte de nuestro crecimiento personal, a aprender de lo que en algún momento causo algún sentimiento de angustia o estrés, y que estos episodios nos renueven con nuevas armas para enfrentar las circunstancias. Es necesario superar las dificultades y luchar de manera simultánea todos los actores educativos para que nadie se quede atrás ni afuera del proceso educativo.

Somos los ciudadanos del cambio aquellos que se nos modificó la vida, pero también hicimos frente a ésta, aprendimos y salimos victoriosos, aplaudible es el trabajo que se hace desde cada hogar en busca de seguir con nuestra vida habitual , aplaudible es el trabajo que hacen los padres de familia que siguen en el compromiso por que su hijo continúe en su trayecto académico, a los alumnos que se forman a partir de la distancia, a maestros que se las ingenian por encontrar un camino de comunicación y conexión con sus estudiantes, todos formamos parte de la generación del cambio, seamos empáticos y cumplamos cada quien con su responsabilidad desde la trinchera que le toca para sacar avante la educación.

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