¿Se puede pensar en una reestructura sistémica cuando sus partes, siguen actuando igual?
Por: idLearning en colaboración para Despertar Diario | @idLearning1
Continuamos con la segunda parte de La Matrícula Escolar y su inevitable caída… si no leíste la primera parte pulsa Aquí.
Por qué no se dividieron los grupos docentes, por qué no se hicieron trabajos colectivos en donde una parte del profesorado investigara e implementara formas de evaluación adecuada a su contexto y a sus programas.
Y por qué no se formaron comités evaluadores donde una parte docente simplemente evaluara. O por qué no se formaron investigadores dentro de la institución escolar para seleccionar que era mandatorio saber por nivel, por materia, por parcial y así, retroalimentar al comité evaluador.
A título personal se me hace tan irónico que no se investigara, que no se estudiara y que no se analizara a fondo y en contexto, dinámicas y modelos para salir delante de forma micro ante un problema educativo macro, cuando, dentro del sistema se supone que se forman entes pensantes, analíticos y críticos… por sujetos que representan esos tres actuares.
2.- La Flexibilidad en los Trabajos.
Aunado al no tener una guía clara de cómo proceder, algunas instituciones con miras en mantener la matrícula escolar piden a los docentes ser tolerantes. Ante la evidente apatía del alumnado ante la entrega de materiales digitales.
Siendo el mismo escenario antes comentado de las escuelas públicas. Las Instituciones Privadas se ven impactadas feroz mente por el bajo aprovechamiento escolar y su consecuencia inmediata que es la caída en la matrícula escolar, representada fríamente por el menor ingreso económico mensual y visto en el recorte de personal docente.
Se les pide sino es que, exige ser prudentes en sus fechas de entrega de materiales, pero al mismo tiempo se les sugiere que muestren empatía con el alumno al momento de recibir sus trabajos.
Mismos documentos que pasa una, dos, tres y hasta cuatro semanas para que el alumno en total apatía entregue todos al final y ahí entra la apatía, perdón, la empatía del docente que en un fin de semana debe calificar todos los trabajos del mes.
Aquí la flexibilidad tiene otro significado, porque además de aceptar entregas tardías, se les debe evaluar sin penalización alguna. Se les debe evaluar igual que aquel alumno que hace entregas a tiempo, aquel alumno que sacrifica sus tardes por entregar a tiempo y en efecto, no hacer ni una diferencia por entregar en tiempo antes, el alumno que entrega al final y todo, porque el sistema lo protege.
Como bola de nieve, el alumno que no entrega trabajos en primer parcial, tampoco los entrega en segundo, tampoco los entrega en tercero y saben qué es lo mejor… Que el asesor académico, que el coordinador o el director de la licenciatura sugiera, que a esos alumnos se les pida un trabajo global… un trabajo que valga todo el semestre.
¿Esto se les hace risorio?
¿Se les hace inaudito?
¿Les parece injusto?
La respuesta a estas y más preguntas, radica en la caída de la matrícula escolar y una vez más, el impacto económico negativo que se tiene en la Institución.
Personalmente, como docente yo pregunto: ¿Cómo queda la imagen del docente? Uno cómo profesor, de qué sirve exigir o usar rúbricas, si llegará la recomendación “de arriba” de: ser flexibles.
Personalmente, como padre de familia, pregunto: Yo estoy pagándole a mi hijo una calificación. Como si afuera en la vía pública yo sobornó a un oficial por no hacer su trabajo.
Lo que nos deja la pandemia.
Estos casos y más, están siendo expuestos, están siendo compartidos y poco a poco la sociedad se da cuenta de estos, pero… ¿Por qué no se hace nada?
Una vez más se prefiere guardar silencio y en efecto, esperar que la vacuna llegue y todo vuelva a ser como era antes.
Por qué, en lugar de exigir y darle un valor a mi trabajo como docente, es mejor guardar silencio y prestar mi nombre para poner una nota a quién no la merece porque si no, mi trabajo está en riesgo y lamentablemente el ingreso económico se espera en casa.
Sin pensar en la pandemia, porque estos dos simples ejemplos no son causados por la pandemia, estos dos burdos escenarios son síntomas crónicos de un sistema no de hoy, no de hace 6 meses, no a causa de la pandemia.
La Educación como sistema debe ya cambiar, debe empezar a trabajarse un sistema que sea reconocido post-pandemia y sí, mencionar que antes de la pandemia en la educación se laboraba y obtenían notas “así” pero, después de la pandemia el modelo escolar cambió a…
Si el cambio en la educación es simplemente el regreso a los salones y el apoyo tecnológico queda como una simple sugerencia, estamos ante la crónica de una muerte anunciada sistema y perenne.
Disfruta de todo el contenido en Despertar Diario
Síguenos en Twitter @DespertarDiari0
Suscríbete al Canal de YouTube Despertar Diario
[…] Podría interesarte: “La Matrícula Escolar y su inevitable caída” Segunda parte. […]