Hombres críticos, abiertos de pensamiento, con la capacidad de cuestionarse los hechos que acontecen y actuar ante ellos con la oportunidad de elegir la mejor respuesta. Todos estos atributos se deben generar en el individuo y es desde la niñez donde se deben contemplar como pilar imprescindible.
Si queremos adultos que piensen por si mismos debemos
educar a los niños para que piensen por sí mismos.
Matthew Lipman.
Por: Mtra. Miriam De la Fuente Sánchez | @Miri
La filosofía para niños es una propuesta educativa del filósofo estadounidense Matthew Lipman en la cual se busca promover el desarrollo de habilidades críticas del pensamiento, donde se estimule el análisis y la reflexión, si bien la lectura por sí misma es parte fundamental para potenciar en el alumno la flexibilidad cognitiva, la filosofía para niños va completamente encaminada a la capacidad de pensamiento creativo y crítico.
El niño debe ser concebido como un ser competente para poder hacerse cuestionamientos más profundos como ¿Quién soy?, el origen del mundo, el propósito de la vida etc. Interrogantes en las cuales se fusiona la creatividad y la intelectualidad para dar respuesta y generar su propia individualidad de las ideas.
Es increíble escuchar las respuestas que tienen los niños hacia preguntas del mundo, lo que es una realidad es que los niños son perfectos filósofos ya que de manera natural hacen interesantes interrogantes, el papel del adulto debe ser el satisfacer la búsqueda de la realidad y la verdad porque de esta manera se sembrara la curiosidad y la investigación, la cual quedara sellada en nuestros niños con la idea de que cada vez que tengan una duda, es necesario buscar su optima respuesta, pero ¿cómo se verá reflejado en el desarrollo del niño? De primer momento a ser individuos que buscan, que no intuyen y que no suponen, también a generar un análisis y reflexión personal a partir de lo encontrado, dialogar con otras personas, buscar más fuentes de información y por ende se convertirán en individuos que siempre buscan la verdad.
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Esta estrategia debe trabajarse de manera grupal, puesto que es la interacción con otros y la escucha activa de otras formas de pensar en donde se perfecciona y consolida las ideas personales. Otro atributo menciona que se deberá introducir al niño a cuestionamientos éticos, lógicos y epistemológicos los cuales den oportunidad de analizar, el mundo en general, al individuo en cuestión y su papel como parte de una sociedad. El papel del docente en esta estrategia es de encaminar preguntas adecuadas a sus estudiantes donde se analice la realidad en la que se vive y los conflictos que estén vigentes.
Por otra lado la filosofía para niños debe entrar como parte del currículo escolar es momento de hacer ajustes a las asignaturas, debe revalorizarse el programa educativo a partir de lo que es importante atacar desde la escuela para atención de los problemas que nos afectan como sociedad, y es que aun no concebimos que generando una mente libre, la persona tiene la capacidad de cuestionarse, elemento que nos ha hecho tanta falta por que seguimos siendo víctimas de conflictos como los malos gobiernos, corrupción, discriminación etc. Y entender que un filosofo es un crítico social, que no se deja llevar por las masas, sino que vincula, duda y busca los porque de lo que él percibe como injusto o errado.
Ya no se trata de permanecer en una sociedad dormida, encandilada por lo que dicen los medios masivos y caminar en rebaño, cambiemos el rumbo de las nuevas mentes, demos la oportunidad de poder encender la llama de la curiosidad, aquella curiosidad que permitirá que estos nuevos individuos se conozcan más como personas, conozcan más sobre el mundo donde viven y generen su propia respuesta a la vida.
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