Por: M i s h e l l e G a r b e r / Lic. en Relaciones Internacionales / @PayMundial
Cómo se había comentado en artículos anteriores, en el mundo existen zonas de polémica, conflicto o de tensión militar que son denominadas como potenciales zonas de guerra mundial, ya sea por la fuerza armamentista que poseen los Estados en conflicto o por el sistema de alianzas en el que estén inmersos; es decir las relaciones y acuerdos directos e indirectos que tengan con los Estados de la región o del mundo.
En las últimas semanas, se sumaron al incremento de tensiones bélicas en las zonas asiáticas de Cachemira y la frontera coreana, la nueva ley de Pekín sobre Hong Kong que amenaza a la democracia y viola los acuerdos Sino-británicos de 1997 sobre la declaración de “un país, dos sistemas” y ahora las intensiones de Israel, apoyado por la administración de Trump, de adjudicarse o anexarse una gran parte del territorio de Cisjordania por lo que las tensiones se han incrementado aún más en los últimos días causando gran polémica.
LA INICIATIVA DE PAZ Y LOS ACUERDOS DE OSLO.
Dichos acuerdos fueron establecidos entre los pueblos palestino e Israel de 1993 a 1995 para poder dividir y compartir el territorio cisjordano, Palestina se quedo con la denominada zona A, Israel con la C, mientras ambos comparten la zona B por sus relevancias históricas, culturales y religiosas para los pueblos.
De hacerse esta anexión, sería la tercera vez en la historia que Israel ejecuta un plan de esta magnitud tras la ocupación militar de Cisjordania en 1967 anexándose en 1980 Jerusalén Este y Los Altos del Golán en 1981. Según los acuerdos de gobierno israelí, en conjunto con el gobierno de los Estados Unidos, a partir de este 1° de julio comenzará la anexión.
Situación que pone en tensión a la comunidad internacional que ha respondido de manera negativa a dicha decisión polémica compuesta entre la derecha y ultraderecha israelí y el gobierno republicano de Donald Trump que parece representar y dar continuidad al espíritu imperialista americano de la segunda mitad del siglo XX.
LA COMUNIDAD INTERNACIONAL Y SU RESPUESTA.
Toda la comunidad internacional ha solicitado a Israel la no realización de la anexión del territorio pues será causante del desato de violencia en la región en contra del Estado judío además de ser completamente contraproducente para una iniciativa de paz que no pretende establecer paz pues altera los acuerdos previos y genera el estallido de controversias armadas entre los pueblos musulmanes y el judío.
La ultraderecha judía por su parte sostiene que dicho proceso será ejecutado por ser derecho de Israel poseer el 33% de la zona C pues ahí habitan desde hace unas décadas un gran número de ciudadanos israelíes que viven con un latente temor de ser atacados por un pueblo palestino, por lo que el gobierno israelí debe proporcionar todas las medidas necesarias para conseguir la seguridad de la zona y de la población.
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No obstante, según el mapa trazado por la cooperación judío-americana, en ese 33% de territorio a anexar se está contemplando a la región del Valle del Jordán donde se localiza la frontera con Jordania y que, por supuesto, molesta a los palestinos pues según la iniciativa de paz estadounidense, se pretende establecer un Estado palestino.
No obstante, dicha conclusión enerva a los palestinos y se reúsan aceptar un Estado fragmentado y sin el Valle del Jordán, mismo sitio donde habita una población de más de 50,000 palestinos quienes aprovechan la fertilidad del valle para los cultivos y donde se localiza una gran fuente de recursos.
LA POLÉMICA TRAS LOS CRÍMENES DE GUERRA.
Cabe destacar que una de las cosas que defiende la comunidad internacional es que no es posible la anexión de un territorio ocupado por un pueblo pues eso significaría invasión; la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet aseguró que la ejecución de dicho plan es enteramente ilegal.
Por ello se estarían cometiendo crímenes de guerra ya que la anexión forzada tanto a través de invasión militar como de la colonización del territorio están prohibidas por la Cuarta Convención de Ginebra.
También países como Inglaterra y Francia sentenciaron que llevar a cabo el plan de anexión y que la iniciativa de paz son acciones que podrían provocar un retroceso en todos los acuerdos y avances de paz que se han logrado hasta la fecha por lo que no será reconocida ninguna frontera que no sea la acordada en 1967.
A partir del inicio de este mes de Julio se retomarán las negociaciones entre el bloque judío-americano para replantear la distribución y rediseñar el mapa de la “nueva frontera” advirtiendo que podría ser menos el territorio a anexarse pero sentenciando que de cualquier forma la anexión se ejecutará.
