Por: Mtra. Miriam De la Fuente Sánchez | @Miriam
Las personas son seres sociales, por naturaleza interactúan, conforman grupos, se rodean de otros, establecen vínculos, es la forma en cómo aprenden del medio, relacionándose con sus pares conviviendo y desarrollando habilidades sociales útiles para toda la vida. Pero, que ocurrió con las habilidades sociales a partir de la pandemia.
¿Qué son las habilidades sociales? Entendidas como el conjunto de conductas que nos permite actuar de manera adaptativa en la interacción con otros, nos ayudan a resolver conflictos, auto regularnos, mejora nuestras relaciones interpersonales y garantiza formas de interactuar efectivas y sanas.
El desarrollo de estas habilidades es una conformación de los primeros contactos sociales, provenientes de los roles primarios en el seno materno, es decir se derivan de la manera en cómo se interactúa con la familia nuclear. Esta red social se va incrementando en la medida en la que el niño accede a otras esferas sociales, como por ejemplo el contexto educativo. La escuela, se denota como el sitio donde se promueven estas habilidades, ya que los alumnos interactúan con personas de su misma edad, aprenden y practican reglas y normas para convivir sanamente, a compartir junto con otros y comprenden códigos de comunicación etc.
El mismo entorno escolar genera ambientes de aprendizaje donde el alumno se vuelve colaborativo y promueve el trabajo en equipo, aptitudes que no solo se quedan en la infancia si no que acompañan al sujeto incluso en su vida adulta.
La niñez es una etapa crucial para el desarrollo social, por que marca las pautas y regula las conductas, hace personas adaptables al medio.
Pero ¿Dónde quedó el desarrollo de habilidades sociales durante la pandemia?
La pandemia cobro una reestructuración a los medios y las formas de impartir educación y también de relacionarse, con la modalidad a distancia y los medios digitales de por medio, para poder acceder a los nuevos métodos de trabajo. La verdad reside en que esta modalidad no cumple con todo lo que ofrece el contexto escolar real, ni suplirá la educación presencial, uno de los principales obstáculos de esta modalidad es que no existe una socialización tangible donde puedan los niños conocerse como individuos distintos entre sí, establecer vínculos, aprender de otros, percibir personalidades y resolver conflictos que los preparan para el trayecto de su vida.
Sin considerar que existen contextos en donde inclusive las video llamadas no son posibles, ni siquiera están cerca de relacionarse con sus compañeros, ya que la educación solo se volvió la entrega de cuadernillos entre docente y alumno.
Entonces ¿Qué es lo que percibe el niño ante las nuevas formas de convivencia? Principalmente a no tener contacto con otro, a no reunirse con sus pares, a generar inclusive una fobia social aunado al miedo por contagio, y aunque es una realidad, no se ha trabajando para encausar aprendizajes a la convivencia, realmente la atención se está centrando en tratar de rescatar un año de rezago educativo y sacar a flote los aprendizajes esperados de los niños, sin embargo, las habilidades sociales es un tema que se ha dejado de lado ya que este se formaba naturalmente en el contexto presencial.
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Los niños se están habituando a que la forma de interactuar sea limitada a través de una pantalla, ya sea porque ven a sus compañeros en la clase en línea o a familiares por video llamada, del mismo modo hay que resaltar que la convivencia y socialización que pueda tener con los adultos en casa no es la misma, ya que los intereses cambian, por ello el valor de la interacción con grupos de su edad. A consecuencia de esto se está dejando obligadamente a la interacción real y natural que tienen los niños a partir del juego, de las actividades al aire libre, de las salidas al parque y los recreos en las escuelas. Ahora pareciera que solo el uso de redes sociales y videojuegos son la proximidad más efectiva para interactuar con personas que comparten sus mismas motivaciones e intereses y no todos tienen acceso a estas aplicaciones.
Qué hacer entonces para el rescate de habilidades sociales, en primer momento tener conciencia de que la realidad a la que se enfrentaran nuestros niños será muy distinta a la que conocimos todavía hace un año, y que pueden experimentar dificultades en la socialización con otros.
Y aunque el panorama actual muestra que aún estamos lejos de retomar la vida que conocíamos, es necesario otorgar espacios a los niños donde se rescate el desarrollo de la socialización en la participación de video llamadas de carácter social donde se enfatice la convivencia entre iguales, donde puedan interactuar con otros para platicar acerca de sus sentimientos sus intereses, sus inquietudes etc.
Encontremos soluciones adaptables al medio que ayuden a las condiciones emocionales y sociales de nuestros niños, no los enclaustremos también de su propia naturaleza social y por tanto de su libertad como personas.
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