Por: Mtra. Miriam De la Fuente Sánchez | @Miriam
A un año de la pandemia y después de todos los matices en el contexto educativo que se vivieron a lo largo de estos meses, por fin se habla de un posible regreso a clases, que, aunque no es seguro ya que depende de las altas y bajas en los casos de contagio, se percibe un panorama más alentador, pero cuales son los desafíos cercanos.
En México existen 25 millones 680 mil, 370 alumnos que conforman la educación básica, de los cuales, de acuerdo con el INEGI, se estima que 3 millones desertaron por la brecha en la educación remota, puesto que el contexto mexicano no cuenta con la infraestructura ni las condiciones económicas necesarias para garantizar que todos los estudiantes contaran con los medios para continuar con sus estudios.
Pero ¿A qué nos enfrentaremos realmente ante el posible regreso a las aulas? Suena muy prometedor un retorno escolar, las autoridades educativas tendrán que implementar las medidas indispensables organizando a todos los actores educativos para que esto sea una realidad. Por una parte, se debe garantizar la vacunación a toda la población estudiantil y docente, y esto resulta ser un tanto complejo puesto que ni siquiera la primera línea del combate al COVID, el área de la salud ha quedado completamente cubierta.
Y es que pareciera que ya es insostenible seguir con la educación, a un año donde los estudiantes no han convivido con sus compañeros, no han resuelto adecuadamente sus dudas académicas, se ha dejado de lado actividades recreativas y de activación física, entre otras cosas. Es evidente que el rezago educativo será una cuestión urgente a resolver. El sistema educativo no soportaría otro año a distancia, ya que los efectos serian catastróficos.
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Uno de los lineamientos que se debe llevar a cabo en las escuelas, es el protocolo para la desinfección de espacios, uso de cubre bocas, gel antibacterial etc. Pero qué pasará con esos insumos necesarios para el cuidado de la salud, ¿será algo que aporte el gobierno a las escuelas públicas? porque el panorama de las escuelas particulares está muy alejado de este tipo de apoyos, ¿se tomara de la cuota voluntaria que dan los padres en la inscripción? Y es que la realidad educativa en México nos muestra que incluso existen escuelas con muchas carencias básicas, por ejemplo, la escases de agua potable. Un error del gobierno mexicano es que homogeniza a la escuelas, sin considerar que cada una de estas posee condiciones distintas.
Otro desafío será la postura en la que se encuentran los padres ante este posible regreso, o cuántos optaran por mantener el aislamiento por miedo a un contagio en la escuela. También podemos encontrar la otra cara de actitud de estos padres, que a un año igualmente han sufrido los estragos por desconocer el adecuado acompañamiento para el apoyo escolar de sus hijos y piden un regreso escolar.
Aunque en este primer comunicado se menciono de un regreso escalonado, aun no es claro ya que no existe un acuerdo de cómo será su organización, y ante esto surgen muchas dudas, por ejemplo el manejo de tiempos asignados a cada grupo de alumnos, en donde se busque que estos sean significativos, en primera para manejar la fase compensatoria y rescatar los aprendizajes del ciclo escolar que está terminando, y por otra parte, lograrlo con grupos tan extensos de 40 o 50 alumnos, dependiendo de la escuela.
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Un apartado importante es destacar que los consejos técnicos escolares de estos últimos meses han estado diseñados para conocer sobre la resiliencia, la empatía, la inclusión, temas que van a ser necesarios para dar acompañamiento a los alumnos que sufrieron pérdidas de tutores o familiares cercanos, pero no solo se trata de lo que pueda rescatar el docente desde su aula, sino que debería existir una unidad o equipo interdisciplinario de psicólogos, terapeutas etc. que apoyen en este sentido tanto a docentes como alumnos.
Todo lo aquí expuesto serán solo algunos de los tópicos importantes que veremos en los próximos meses, la idea no es generar miedo o tensión, sino de reflexionar qué nos corresponde por hacer desde nuestro cargo, como padres, como docentes, como autoridades. Es un tema que nos compete a todos ya que somos los encargados de cuidar de la materia primordial para continuar en el avance social que son nuestros alumnos y su educación, que dejará marcada a una generación, pero con el compromiso y el actuar de todos podremos salir de la adversidad.
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