Por: Roberto Carlos Gómez | @robertcgc09
Después de un receso forzoso derivado de algunos asuntos empresariales y de autoestima derivada de la situación que vivimos actualmente, me lleva a escribir sobre lo que estamos viviendo muchos profesionistas y emprendedores que están siendo afectadas sus microempresas por esta contingencia y por la mala aplicación de las políticas en estos sectores, tristemente voy observando cómo muchos negocios están cerrando de forma drástica, muchos de ellos con años en el mercado y otros de reciente creación donde hubo una buena inversión la cual se ve como se va deteriorando pues han cerrado o simplemente no se ve para cuando abrirán.
Las microempresas están cerrando.
Entendemos como microempresas aquellas cuyos dueños son los que las dirigen, son ellos mismos quienes lo administran o tienen pocos empleados (menos de 10) que si bien les deja para que puedan vivir cómodamente, en muchos casos es su única fuente de empleo; actualmente se escucha por todos lados el lema de “consume local” y efectivamente, es una buena estrategia considerando que en una tienda de esas de 24 horas los precios son mas caros (aparte de que son solventes), sin embargo, muchas de estas microempresas no han cambiado en su forma de operar, ya que no admiten otra forma de pago que no sea el efectivo, el trato con los clientes en muchas ocasiones no es el adecuado, o que la variedad de productos no es la esperada, es decir no se han actualizado, esto hace que busquemos las opciones caras o donde podemos encontrar una gama mas amplia de productos. Esto también impacta a aquellos negocios de igual tamaño pero de diferente giro (servicios) los cuales han ido cerrando poco a poco, he visto cortinas cerradas, en liquidación de mercancías, o cerrados por remodelación, lo cual hace pensar que esta crisis va para largo.
¿Qué hace el gobierno ante esta crisis en las microempresas?
Buena pregunta, me parece que hace campañas para que éstas se vea apoyadas por la población sin embargo no es suficiente; lo explico de esta manera, los trámites aun siguen siendo engorrosos, la forma de tributar me parece que es cuestionable pues ya afecto a quienes usan las plataformas digitales (Uber, Didi, Sin Delantal, etc.), apenas escuche que debe haber un régimen para los artesanos (existe el RIF), es decir hace falta mayor difusión eso y entre muchas políticas que afectan a los microempresarios, yo considero que la verdadera ayuda debe ser en que los tramites no sean tan engorrosos, que la contribución al gasto publico sea equitativa y no tan castigada y que existan apoyos reales para que este tipo de empresas no vean sus inversiones tiradas a la basura, por ejemplo, El Financiero en una de sus noticias impactantes en esta materia publico que la empresa Sin Delantal anuncio que se va del país a partir de diciembre de este año, esto derivado por la competencia que se tiene en cuanto a este tipo de empresas aunque no esta confirmado todo indica a que el impacto principal fue en la parte fiscal por el régimen de las plataformas digitales.
Y así sucesivamente van perdiéndose negocios por todo el país mientras el negocio informal sigue sin ser vigilado, al menos en Puebla esto parece ser impune donde ese tipo de comercios deja una derrama económica de manera fluida y sin que la autoridad haga algo por meterlos a la formalidad, bares clandestinos en diferentes mercados de la ciudad (incluso en casas habitación) donde se vende bebida alcohólica al por mayor y que cuando uno quiere abrir un negocio de este tipo los permisos, licencias y todo lo que conlleva es tan complicado que muchas veces niegan la licencia, en fin una larga lista de estas y muchas otras arbitrariedades que se dan todos los días en mi México lindo y querido.
¿Qué nos espera ante la crisis empresarial?
Honestamente es un tema complicado pues considero que todo se junta, desde que muchos negocios están cerrando y no hay dinero, el sistema educativo que pende de un hilo por las malas decisiones del gobierno o falta de preparación hacia nuestros docentes (este es otro tema), y que por otro lado hay contrastes por ejemplo las plazas abarrotadas por el “Buen Fin”, que los jóvenes prefieren estar en redes sociales que haciendo tareas o siendo autodidactas aprendiendo algo nuevo, que las autoridades castigan mas a la clase baja, desde el cobro de multas por no hacer una declaración en ceros o por arrestar a personas que necesitan comer y roban comida, hasta los que evaden impuestos a diestra y siniestra o que no hay castigo para los poderosos (caso Cienfuegos), la realidad es que no sabemos como viene el panorama para el próximo año, lo que si es cierto es que veremos como la población se revelara en las urnas para las próximas elecciones y se verá reflejada la impotencia de los mexicanos ante las fallas de los llamadas promesas de campaña (la cual aun sigue en pie).
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