Por: Roberto Carlos Gómez | @robertcgc09
El pasado 9 de febrero se conmemoro el día del dentista, y hablaremos en especial de este tema no desde un punto de vista clínico pues no soy especialista en la materia pero si podemos hablar desde un punto de vista empresarial y del cómo está incursionando esta profesión poco a poco en la forma de profesionalizarse y sobre todo en la manera de administrar ya sea su consultorio o clínica, al final lo debe hacer pues eso asegurara el éxito o fracaso del mismo.
El dentista como administrador.
La teoría nos dice que una empresa es un ente social que administra recursos (humanos, financieros, de mercadotecnia y tecnológicos) y por supuesto un consultorio dental cuenta con todos los elementos para poder hablar de administración pues son personas quienes los operan, cobran por su trabajo, deben promocionarse y sobre todo cuentan con sus unidades las cuales son imprescindibles para llevar a cabo su trabajo, por lo tanto es de suma importancia que un dentista sepa cómo administrar su propio negocio, porque aunque es un servicio profesional, se considera como una actividad económica y por lo tanto genera ingresos, es decir fuente de trabajo. Lo importante de este tema es que con tanta revolución del emprendimiento.
Muchas veces y esto es algo común, es que los profesionistas en su mayoría, piensan que solo bastan sus conocimientos adquiridos en el aula y sus conocimientos técnicos para emprender y lograr un éxito a determinado tiempo, sin embargo el emprendedor se vuelve autoempleado y no pasa de ahí, lo importante es que además de dichos conocimientos técnicos se deben capacitar en temas de emprendimiento y administración para que se abra el abanico de conocimientos y por supuesto tener una idea más amplia de como emprender por el camino correcto.
La inversión del centro de trabajo.
He conocido a muchos dentistas que cuando egresan buscan la forma de poner su consultorio, porque podemos decir que es caro montar uno, los equipos como toda tecnología suben de precio, el instrumental que utilizan, y una vez que tenemos estos elementos viene la instalación de los equipos y esto es otro desembolso así que si sumamos toda lo invertido veremos que no es fácil adquirir todo el equipo por lo que el dentista debe conocer cuándo será su retorno de inversión y empezar a trabajar con una lista de precios de los servicios que va a ofrecer, ahora viene el gasto para promocionar el consultorio o los servicios dentales, buscar un buen laboratorio que trabaje la parte técnica y ver como ajustar los precios ya que el mercado está competido y muchas veces nos vamos con la finta de que si es caro o hasta en la feria se promociona, será un trabajo de calidad y muchas veces no es así, por otro lado viene la parte horrorosa, darse de alta ante el SAT, y esta parte es cuando el profesionista dice, mejor no le entro, pero grave error.
Como empezar el consultorio o clínica dental.
Los expertos en negocios mencionan que se debe hacer un plan de negocios donde se detallan los aspectos estratégicos, mercadológicos, técnicos y financieros, pero a mi punto de vista esto es engorroso y si buscamos ayuda especializada hasta es caro, entonces considero que lo importante es empezar desde cuánto pienso invertir en una unidad dental y su instalación, una vez teniendo este dato puedo hacer una pequeña investigación con la competencia para saber los precios que están en el mercado de la consulta dental y los servicios más demandados, buscar la mejor manera de promocionarse utilizando las redes sociales y por supuesto la mejor y más barata, la recomendación por eso es importante hacer un buen trabajo, otro aspecto es llevar en una libreta todos los gastos que se van teniendo así como la cobranza, pues sé de muchos que se van pagando de manera semanal, buscar una estrategia de cobro y por supuesto aceptar tarjeta.
Responsabilidad Fiscal, de suma importancia para el dentista.
Y aquí viene una pregunta relacionada con la última línea del párrafo anterior, ¿si acepto tarjeta el SAT puede detectarme? La respuesta es sí, pero esto no es del todo malo pues en la actualidad el que no acepta tarjeta o trasferencia sus posibilidades de éxito se reducen, esto porque desde el 2017 se ha buscado que los profesionales de la salud este regularizados ante la autoridad y aparte de esto las personas que buscamos deducir en la declaración anual el gasto médico, la única manera de hacerlo bien es por medios de pago que no sea el efectivo y por supuesto la emisión del CFDI por los servicios otorgados.
Así que deben buscar el apoyo de un contador para que los pueda orientar y estar al día con el tema fiscal que últimamente ha hecho que todos entremos al aro y contribuir como todo buen mexicano, al gasto público, que si lo vemos es una buena estrategia comercial el mencionar que se acepta tarjeta o trasferencia y se emite factura o CFDI.
Es importante también mencionar que puede tener las llamadas alianzas estratégicas, esto es, conectarse y hacer redes con otros profesionales de la salud bucal que tengan una especialidad donde el dentista general se puede apoyar y de esta manera ofrecer otros servicios especialidades y por supuesto mejores ingresos para ambas partes, esto no es algo nuevo, pero con todos los temas de emprendimiento, nuevamente sale a la luz estos términos y nuevas formas de trabajo.
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Lo único que resta decir es que es un tema amplio como todos y que lo importante es dar el primer paso, acercarse a un administrador de empresas que haga consultoría y que los apoye en el tema administrativo y ver la mejor manera de administrar el consultorio o clínica, apoyarse de un contador que este actualizado y analizar las mejores estrategias para llegar al público o mercado que se desee, el llamado target.
Aprovecho estas líneas para felicitar a mi esposa Margarita, a mi cuñada Fer y a todos mis amigos que llevan esta profesión que en muchas ocasiones nos da miedo acudir pero que la satisfacción al salir del consultorio por quitarnos el dolor y dar nuestra mejor sonrisa, vale la pena la gota sudada, ¡Felicidades en su día!
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