Por: Ricardo Argos
El ambiente político en Huauchinango tal y como ocurre previo a cada elección, comienza a volverse algo así como un videojuego en el que se debe ir descifrando las diferentes incógnitas y retos que presenta cada escenario, para lograr avanzar en sus diferentes niveles.
Lo que hasta hace algunos años era un juego en el que decidían solamente algunas familias, en la actualidad se le ha dado la oportunidad de participar a algunas otras, lo que hace un escenario político muy confuso y hasta cierto punto divertido.
Desde mi última entrega para Despertar Diario en el que abordé el Proyecto 2021 para Huauchinango, han surgido ciertos movimientos de fichas y jugadas estratégicas por parte de los que quieren volverse los ganadores de este juego.
Por una parte, se encuentran los ya tradicionales jugadores, los Martínez Amador, quienes pusieron a competir una vez más a Isaac, pretenden que por segunda ocasión sea él quién los represente después de su derrota en las pasadas elecciones. Aunque su lugar como jugador aún no se encuentra garantizado, toda vez que ha aparecido en la escena el “tío Alberto”, por cierto, quién en algún momento fue dueño del juego y dicho sea de paso se presume tiene vasta experiencia, aunque habría que ver si con las últimas actualizaciones que presenta este juego, aún se trate de un rival fuerte y mucho más representando colores distintos a los que acostumbraba a portar.
En las épocas en las que el tío jugaba, los niveles de juego se presumían un tanto cuanto diferentes, bastaba con ser designado jugador, para saber que se tenía todo el respaldo del aparato para ganar la partida. Poco tiempo después de que el tío prestó el juego a los sobrinos, las reglas del juego fueron cambiando paulatinamente, incluso la forma en la que se debían ganar los diferentes niveles, en muchas de las ocasiones, utilizando vida$ extra sin las cuales no resulta sencillo avanzar.
Justo en esas épocas en las que el juego comenzaba a cambiar sus reglas y en el que se necesitaba de esas vida$ extra para competir y avanzar, apareció otro jugador, quién con el uso de esas vida$ extra sería designado el jugador oficial y por ende, ganador de las elecciones, nos referimos a el Ing. López Angulo, en su caso, al igual que los Martínez Amador en su momento tuvieron el respaldo de un viejo jugador, él tuvo el respaldo de otra jugadora experimentada, su cuñada “Enoé González Cabrera” (QEPD), jugadora de la época del “tío Alberto”.
En esta ocasión López Angulo pretende jugar, ya sin el respaldo de su cuñada, con el equipo que se encuentra en el poder y de esta forma dejar fuera del camino a Gustavo Vargas, quién se encuentra jugando, por asares del destino y que hasta la fecha no se ha dado cuenta que tiene gran parte del control del juego en sus manos, solo que al parecer a él solamente le gusta el juego de Monópoli, pero hasta para jugar Monópoli se requiere de una estrategia y parece ser que Gustavo Vargas resulta ser el clásico jugador que solo le gusta comprar hoteles, sin importar si gana o pierde.
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En representación de las mujeres, tema y bandera que ha tomado e impulsado desde su actual perfil de jugadora en el Congreso del Estado, se suma Liliana Luna, pero ahora con colores distintos a los que ella tenía pensado representar, pero ni los colores le impedirán buscar ganar este juego, todo apunta a que su nuevo color favorito es el naranja. Esta es una muestra más de como las familias una vez que llegan al poder, ven muy difícil alejarse de el y esto se puede volver una obsesión o creencia de que tienen el derecho a permanecer en el poder porque Huauchinango los necesita. Cabe aclarar que ella también sabe utilizar las vida$ extra en este tipo de videojuegos.
Un jugador más de los que pareciera estar ya definidos es Alpizar, cuya familia ha aspirado a ocupar el puesto al que se tiene derecho una vez que ganas el videojuego, si bien tiene suficientes vida$ extra para jugar, la verdad es que quizá esto solo le alcance para lograr entrar al juego, si bien él o su hermano han contado con el respaldo de otra de las familias que acostumbraban jugar el juego en Huauchinango, también es cierto que han logrado participar junto a las familias que tienen el control del juego en sus manos, como en su momento lo hicieron apoyando al “tío Alberto”, a los Martínez Amador y hasta a los Alvarado Luna, recolectando vida$ extra incluso con personajes que aparecieron y desaparecieron de pronto como lo fue el caso de Juan Vergara a quién Rafael nunca ha negado como su amigo y socio.
Otro jugador con conocimiento en este juego, de aquel que se jugaba en las épocas del “tío Alberto” a quién ayudó en sus múltiples campañas y que fue adquiriendo experiencia justo en la época en la que el tío prestó el juego a sus sobrinos (los Martínez Amador), a quienes acompañó en parte de su camino y por lo cual también conoce las últimas actualizaciones de este; Zeferino se suma al juego con la confianza de lo aprendido al ver jugar a los que antes se menciona, parece que él a diferencia de otros tiene ya asegurado el control que otros han usado y abandonado en este videojuego, faltará ver cuantas vida$ extra trae consigo y cual será su verdadero nivel de juego, para enfrentar a los que hasta ahora han sido dueños de la consola, además existe la incógnita del nivel de batería que conserva el control tricolor ya abandonado.
Hasta el corte de esta columna las cosas se presentan de esta forma en Huauchinango, los competidores que parecen tener realmente peso específico en este juego, parecieran ser los antes mencionados, con la falta de definición por parte de algunos de ellos, para poner el control del video juego en las manos del que ellos consideren podrá llevarlos al triunfo, existen otros jugadores que se les nota las ganas de jugar, incluso, presumen vida$ extra sin siquiera haber jugado nunca, pero ellos, como siempre solo abonan, para hacer pasar el juego un poco más ligero y divertido.
¡Es cuanto!
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