El Jefe Diego y su polémico arribo a las redes sociales.

Por: Ricardo Argos.

Muy recientemente fuimos testigos del arribo de Diego Fernández de Cevallos a las redes sociales, está por demás mencionar quién es el llamado “Jefe Diego”, pero podríamos resumir de la siguiente manera de quién se trata, “Personaje polémico de la política nacional que dedicó su actuar a la negociación política con miras a lucrar o beneficiarse de ello”.

Diego Fernández de Cevallos miembro del Partido Acción Nacional fue convencido, a decir de él, por familiares y un amigo a incorporarse al mundo de las redes sociales, la realidad es que personajes tan polémicos como él, suelen aparecer siempre que existen comicios y aparecen precisamente para llevar reflectores al partido acción nacional o candidatos de este y por supuesto, formar parte de la agenda de comunicación política y generar polémica.

Sin duda se sabe de la capacidad que tiene el Jefe Diego para debatir y causar polémica en temas político-electorales, y su arribo a las redes sociales no debería ser tan sorpresivo ya que en la actualidad, guste o no, las redes sociales son el canal de comunicación que mayor atención tienen entre la sociedad, y si no me lo cree, tan solo observe como es que las radiodifusoras y las mismas televisoras utilizan de forma muy activa las plataformas de las redes sociales para tratar de estar presentes con cierta audiencia.

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Obviamente se trata de una agencia de Marketing quién esta atrás del manejo de las redes sociales del Jefe Diego, lo cual no quiere decir que las ideas expresadas sean de él, razón por la que no debiera generar tanto revuelo el hecho de que el Jefe Diego tenga una cuenta de Twitter, porque al igual que cuando asistía a la radio o televisión a expresar sus polémicas ideas, en esta ocasión él únicamente hará lo que ha hecho a lo largo de su carrera, es decir, seguir siendo él, lo único que cambia es el canal por el que hará llegar sus ideas.

Lo que debería sorprender a los jóvenes políticos o en general a la clase política del país es que la pauta o la agenda de comunicación política la sigan llevando personajes que tienen mas de 30 años dominando los principales reflectores, ejemplos sobran, comencemos por el mismo presidente de la república que si bien quizá en esta ocasión resulta obvio que él se encuentre como el principal generador de opinión pública, sorprende ver la importancia que se le da a personajes como Porfirio Muñoz Ledo, Dulce María Sauri, o el propio Jefe Diego quienes han estado presentes con sus opiniones desde hace más de 3 décadas.

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En este punto valdría hacer la siguiente pregunta: ¿Será que no existen personajes de la nueva clase política con la capacidad de generar argumentos suficientes para ser considerados líderes de opinión? Lamentablemente me parece que NO, vaya ni el tan famoso ANAYA ha logrado generar tanta atención con su famosa gira por todo el país, como la que logró el Jefe Diego con su primer tuit en el que “solo” anunció su incorporación a las redes sociales y de los presidentes nacionales de los diferentes partidos políticos con todo respeto, mejor ni hablamos.

¿Será que realmente algún día exista un verdadero relevo generacional mas allá del obligado por la propia naturaleza humana de nacer o morir? Vemos a políticos jóvenes con mentalidad de viejos políticos y lo peor de todo es que las políticas públicas, (por más que se diga que existen cambios o transformaciones), siguen siendo las mismas de hace 3 décadas, con la clara tendencia de obedecer a la presión y obligaciones de organismos internacionales.

Así es que amable lector, no le sorprenda tanto el ver al Jefe Diego en Twitter, Facebook o YouTube, es más aproveche la oportunidad que le otorgan las benditas redes sociales, para manifestarle lo que siempre le ha querido decir cuando lo escuchaba hablar en radio o televisión, ya sea una felicitación o alguna verdad un poco más incómoda, es momento de que personajes como él puedan recibir el verdadero sentir de la sociedad a quienes ellos se han llenado la boca en decir que “nos representan”

¡ES CUANTO!

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