Portada: Charles Saatchi
Por: Alejandro Teutli | @alejandroteutlie
Charles Saatchi (1943), es uno de los coleccionistas de arte más influyentes de los últimos años. Vino a ocupar el lugar que dejaron vacante coleccionistas del más alto nivel, especialmente el conde Panza Di Biumo (1923-2010).
Saatchi, con un instinto infalible para detectar lo más interesante de la producción artística de los años noventa en Inglaterra, se convirtió en una pieza fundamental para que la carrera de diversos artistas, como Jenny Saville, Damien Hirst o Jeff Koons pudieran ser catapultados al estrellato del mundo del arte. (estos dos últimos tomando el liderazgo de las ventas a gran escala, pero sin tener una propuesta tan sólida como la de Saville, dicho, claro, desde una perspectiva particular). Este mecenas contemporáneo, quien tuviera un rotundo éxito como publicista en la década de los setenta del siglo pasado con la agencia Saatchi & Saatchi que, funda en 1970 con su hermano Maurice, se aficionó al arte de una manera desinteresada y por demás obsesiva, ya que sus adquisiciones no estaban sujetas a lo que dictaba el mercado en ese momento; Saatchi compraba, simplemente, dejándose llevar por su propio interés, el cual tampoco obedecía a si las obras que adquirían tendrían realmente garantizada una plusvalía dentro de dicho mercado del arte o no. Saatchi, quien causa a menudo controversias en declaraciones vertidas en las esporádicas entrevistas que le realizan, deja muy en claro su ácida visión del mundo del arte y de todo lo que conlleva, convirtiéndolo en un personaje que no siempre es del agrado del público, de otros coleccionistas, e incluso, de los propios artistas. Esto queda expresado en la siguiente pregunta, incluida en un compendio de entrevistas del coleccionista editado en 2010, llamado “Me llamo Charles Saatchi y soy un arteholico”:
-Entrevistador: “¿Cómo son sus relaciones con los artistas?”
– Saatchi: “No compro arte para congraciarme con los artistas o para establecer relaciones sociales con el mundo del arte. La mayoría de los artistas que conozco son bastante parecidos al resto de la gente: algunos son más simpáticos que otros”.
Refiriéndose a otros asuntos, Saatchi, como coleccionista, está al pendiente, no sólo de los pormenores relacionados al gran mundo del arte, sino de todo lo que se le relaciona. Una de las cosas que para él es fundamental es la educación de los artistas, en especial la de los artistas británicos. Al respecto dice lo siguiente:
– Entrevistador: “¿Cuál es el problema de las nuevas generaciones que salen de las escuelas de arte británico?”
– Saatchi:
“El problema son las escuelas de arte. En Gran Bretaña nuestras escuelas tienen, es verdad, un presupuesto bastante limitado, de ahí que se vean obligadas a admitir a demasiados estudiantes extranjeros que, aunque tengan pocas aptitudes, tienen padres ricos y pueden permitirse pagar las elevadas matrículas de los alumnos internacionales. Esto beneficia a los presupuestos de las escuelas, pero deja fuera a otros estudiantes con más talento, pero menos pudientes, a los que se ignora. Cuando surgieron los YBA, una brillante hornada de estudiantes coincidió con un magnífico grupo de profesores, y de este encuentro surgió algo memorable. Lo único memorable de las escuelas de arte de hoy en día es lo poco memorable que resulta, invariablemente, el trabajo de sus alumnos. Es sorprendente cómo se ha minado la confianza en las escuelas de arte los últimos años”.
Las palabras de Saatchi son siempre, como es su estilo, demoledoras. No obstante, él mismo sigue asistiendo de vez en cuando a las muestras de graduación de escuelas como la Royal Academy School, la Chelsea School of Art y la Royal College Sculpture School. Sería motivo de una investigación aparte el poder ahondar en la figura de Charles Saatchi, así que tendremos que pasar a lo que lo vincula de manera directa con la pintora Jenny Saville; pero no sólo con ella, sino con otros artistas que son ahora un referente para el arte actual, no sólo en Gran Bretaña, sino en gran parte del mundo. Como ya se mencionó por el propio Saatchi, dichos artistas conformaron un grupo: los Young British Artist, quienes dentro del panorama del arte de los años noventa, marcan un antes y después, tanto para los artistas que se consideran dentro del mismo, como para el arte de ese tiempo. El grupo de los Young British Artist (Jóvenes Artistas Británicos), que es llevado, como se ha referido, de la mano por el publicista y coleccionista de arte Charles Saatchi para encumbrarse como uno de los fenómenos más destacados del arte de finales del siglo XX, catapultando la carrera de artistas como Damien Hirst (mencionado anteriormente), Tracey Emin, Sarah Lucas, Jake y Dinos Chapman, Rachel Whiteread, entre algunos otros. Este grupo de artistas hace su debut en el año de 1992 en la Galería Saatchi. Estos artistas, con una fuerte tendencia a la innovación y a la utilización de nuevos materiales para la creación artística, o bien, impregnados de una visión distinta de los procedimientos tradicionales dentro del arte, presentan una serie de exposiciones en la galería mencionada que causan un gran asombro en el público y entre los expertos mismos del mundo del arte.
Podrías leer: Algunas diferencias de perspectiva en el campo del arte entre Oriente y Occidente.
Dentro del panorama del arte de los años noventa, hay un grupo que marca un antes y después, tanto para los artistas que se consideran dentro del mismo, como para el arte de ese tiempo. El grupo de los Young British Artist (Jóvenes Artistas Británicos), que es llevado, como se ha referido, de la mano por el publicista y coleccionista de arte Charles Saatchi para encumbrarse como uno de los fenómenos más destacados del arte de finales del siglo XX, catapultando la carrera de artistas como Damien Hirst, Tracey Emin, Sarah Lucas, Jake y Dinos Chapman, Rachel Whiteread y, entre algunos otros, Jenny Saville. Este grupo de artistas hace su debut en el año de 1992 en la Galería Saatchi. Estos artistas, con una fuerte tendencia a la innovación y a la utilización de nuevos materiales para la creación artística, o bien, impregnados de una visión distinta de los procedimientos tradicionales dentro del arte, presentan una serie de exposiciones en la galería mencionada que causan un gran asombro en el público y entre los expertos mismos del mundo del arte.
Apoyados por grandes campañas en los medios de comunicación, lograron crear un impacto sin precedentes en el arte de fin de siglo. Desde luego que, dentro de los artistas pertenecientes al grupo, hubo quienes se destacaron más que otros, como Damien Hirst, autor de una serie de obras polémicas en donde incluye animales conservados en formaldehído que causaron controversia en el público y quien es el artista más conocido de su generación en el mundo del arte contemporáneo. Algunos de los artistas del grupo se convirtieron no sólo en artistas con reconocimiento, sino que, a la manera de Andy Warhol en los años sesenta, adquirieron un estatus de celebridades. El caso de Jenny Saville, atendiendo a su particular forma de ser, fue un tanto distinto. Si bien la pintora alcanzó fama y reconocimiento, eso no la apartó de la necesidad de crear en solitario al cobijo de su taller, sin tener sobre ella los reflectores, como el caso del mencionado ya Damien Hirst. Una de las constantes entre algunos de los artistas del YBA es el trabajo del cuerpo y, sin duda, una de las artistas que más lejos llevó esa temática dentro de su obra fue Jenny Saville. Ella es de los artistas ingleses de su generación la pintora más destacada. Junto con ella los hermanos Chapman son los artistas del grupo quienes más están enfocados en explorar nuevas posibilidades expresivas de la representación del cuerpo; ellos desarrollando un trabajo dentro del campo de la escultura. Saville más allá del auge que alcanzó como artista al estar dentro de los YBA, supo anteponer por encima de todo la honestidad en su trabajo, de tal forma que no fue engullida por el enorme aparato del mundo del arte y su especulación. Esto no supone pensar que la dinámica de la artista no haya variado en cuanto a la relación con el mercado y sus exigencias, pero al parecer y por fortuna, la pintora sabe distinguir entre su proceso creativo, de la posterior incursión del mismo en el mercado comercial, además algunos de los artistas permanecieron aferrados a sus propuestas que, de manera contundente, van a darle un vuelco al mundo del arte.
Actualmente, no ha surgido un coleccionista tan aguerrido y arriesgado como Saatchi y, por desgracia, ningún otro grupo de artistas que hayan marcado una nueva dirección en el quehacer artístico, para bien, o para mal.
Síguenos @DespertarDiari0
