Por: Ricardo Argos
La lucha por ser presidente de MORENA se cerró a dos candidatos, dos grupos políticos, dos personajes que sienten tener todo el derecho a presidir el movimiento que iniciaría López Obrador y por medio del cual llegaría a la Presidencia de la República.
La tarde de ayer el Instituto Nacional Electoral (INE) dio a conocer el resultado de la encuesta que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación le ordenara realizar para definir quién ocuparía la Presidencia y Secretaria General de MORENA
Los resultados emitieron un empate técnico para la Presidencia de Morena, donde Porfirio Muñoz Ledo obtuvo un 25.34% contra un 25.29% que obtuvo Mario Delgado, en cuanto al resultado para la Secretaria General, la Senadora Citlalli Hernández obtuvo un 21.44% con lo cual estaría siendo la Secretaria General de Morena, toda vez que su más cercana contrincante se sitúa con tan solo el 13.69%
Este resultado tan cerrado podría obligar a que sea otra encuesta la que pueda determinar si Muñoz Ledo o Mario Delgado será el Presidente de Morena, el INE no fijo postura respecto a un ganador, se limitó a dar a conocer los resultados y enviar los mismos al tribunal, mientras que los interesados también fijaron postura, respecto a los resultados.
En el caso de Mario Delgado dijo sentirse satisfecho con el proceso y las encuestas al señalar que reconoce una metodología clara y transparente, sin embargo, convocó a que el siguiente paso sea lograr un presidente de unidad para Morena, señaló que deberá ser mediante el consenso y la suma de todos los actores para fortalecer a la cuarta transformación.
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Por su parte Porfirio Muñoz Ledo al viejo estilo, y con todo el colmillo político que tiene, se declaró ganador y dijo que a partir del próximo lunes asumirá la presidencia de Morena, mencionó que comenzará a meter orden en Morena para que deje de ser un partido de las cúpulas, dijo además que haría un partido joven, de las mujeres y digital.
Este tema de la dirigencia de Morena además de largo ya se volvió interesante, a diferencia de casi la totalidad de partidos, se podría comenzar a creer que el Presidente de México como primer Morenista del país no está metiendo las manos, porque de ser así, desde mi punto de vista este tema ya se habría resuelto desde hace mucho tiempo, por otra parte como bien lo menciona Ociel Mora en su aportación para SDP, los grupos que están detrás de cada uno de los candidatos tienen puesta toda la artillería para quedarse con el partido, ya que esto podría hacer un poco más transitable su camino a la candidatura por la presidencia en el 2024.
Marcelo Ebrard con Mario Delgado en Morena, además de todo el gran escenario que tiene en este momento por la Secretaría de Relaciones Exteriores y su intervención en la emergencia sanitaria por Covid19 y tantos temas más en el que está involucrado, le permiten irse posicionando para ser un duro competidor por la candidatura para el 2024.
Por otra parte, la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum por su propia posición que ocupa, naturalmente se contempla para ser candidata en el 2024 y si es que logra apoderarse de Morena a través de Muñoz Ledo, deberá ser considerada muy seriamente por el propio Marcelo Ebrard.
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Pero todo podría tomar un giro inesperado si es que la virtual ventaja que tiene Muñoz Ledo no es reconocida en este momento, me atrevería a decir que todo apunta a un posible rompimiento de grupos al interior de Morena y con ello integrarse a la tradición de casi todos los partidos políticos que han estado en el poder, en el que los propios grupos al interior de cada partido son los que comienzan a minar el camino de su propio instituto político para lograr obtener posiciones o evitar que otros accedan a ellas, y este tipo de prácticas les hacen perder credibilidad con el electorado.
No veo un camino posible para que Morena salga bien librado de este tipo de vicios arraigados por los grupos políticos, el problema, si es que este lo fuera, es que Morena al ser un partido relativamente joven, podría ir en caída mucho muy temprano, pero en caso de brincar en esta ocasión dicho escenario, no dudo que muy pronto podrían dar muestra de los jaloneos de grupos.
La razón por la que esta elección de Presidente de Morena se ha vuelto fundamental para el instituto político, no solo es por el 2024, sino que también depende su vida como partido político, si es que pretenden tener un partido solido con una vida propia preocupado por consolidarse para un sistema de partidos, que, si bien este sistema se encuentra cada día en mayor decadencia, la realidad es que siguen siendo necesarios en la democracia mexicana.
Para finalizar.
Entonces esta elección de Presidente de Morena va mucho más allá de saber qué grupo político tendrá en su poder al partido y cuál posible candidato tendrá un mejor camino rumbo al 2024, esta elección podría ser por su larga vida como partido político en México o quedarse solamente como un instituto por medio del cual podría llegar alguien a la candidatura del 2024 y con ello ir sepultando a su propio partido político.
¡Es cuanto!
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