Por: Ideology Learning | @idLearning1
Mientras los nuevos modelos no aparezcan, mientras las nuevas modalidades sigan viendo al pasado, mientras las oportunidades radican en encontrar una vacuna que nos LIBERE para regresar a las clases, no se puede hablar de una nueva escuela.
Mientras todo el peso, tanto técnico como intelectual recaiga en el grado de aportación individual y única de cada docente por rescatar sus grupos y sus alumnos, no se puede hablar de una nueva escuela.
Mientras planes y programas sigan siendo los mismos y sencillamente se le pida al docente que, de alguna forma los aterrice a sus circunstancias, pero puntualmente no repruebe a los alumnos, no se puede hablar de una nueva escuela.
Mientras las clases Online sean una lucha individual laboral (que incluye el invertir todos los recursos personales desde el económico hasta el tiempo) por justificar el no perder el empleo, sin guía, sin fundamentos, sin plan oficial por parte de las secretarías responsables, no podemos hablar de La Nueva Escuela.
Cuando la única estrategia palpable es, ganar tiempo haciendo algo, mientras regresamos a las clases de antes, no podemos permitir ni mucho menos vender la idea ni el discurso de “se trabaja en la nueva escuela” porque ante los hechos y las actividades diarias, ni se piensa, ni se ejecuta ni se planea la mencionada Nueva Escuela.
La Nueva Escuela.
La nueva escuela está enfocada en mencionar todo lo que el alumno pierde por su no interacción con sus pares y el retroceso social que el alumno sufrirá al no poder desarrollar lazos con sus semejantes, todos los contras que el alumno sufrirá pero que en datos duros, nada de eso ayudará al docente a impartir o mejorar su clase mañana.
La nueva escuela está aferrada a mencionar datos, números, hechos, fechas y ejemplos de cómo se está padeciendo la pandemia en todo el mundo, de cómo los sistemas escolares han colapsado y de todos los porcentajes que aman mencionar sin dar un verdadero dato que ayude hoy mismo al docente que va a dar su clase mañana.
La nueva escuela, cubre de miel los oídos de la sociedad diciendo que “es un trabajo de todos” cuando, los que hemos estudiado Educación y a título personal. NO, no lo es. Los padres no tienen formación docente, los padres no tienen conocimientos a detalle de álgebra, de química, de física, de arte, los padres son líricos en el proceso enseñanza aprendizaje y no podemos colgar la esperanza de un Sistema Educativo en ellos. No, no es trabajo de todos, pero en esta nueva escuela, un escudo recurrente mencionado en los discursos. Es, reitero… culpar a todos por lo que una secretaria y sus partes no logran dirigir ni mucho menos prever.
La nueva escuela se obsesiona a promover Webinar, ponencias, reuniones magistrales ONLINE para, tristemente y una vez más, citar y mencionar los mismos tres datos anteriores. Todas esas videoconferencias terminan hablando una y otra vez, sobre los mismos hechos que antes mencioné. Información que reitero, a los profesores no les ayuda a distinguir qué hacer mejor en la clase de mañana.
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El Proyecto Quality Kids.
El Proyecto Quality Kids.
Los seminarios de la Nueva Escuela, son reuniones donde se pierden una, dos y hasta tres horas escuchando ejemplos de los mismos datos ya mencionados actualmente sin cansancio y sin reparo. Quizá a detalle, quizá superficial, quizá de manera general, pero al final de esa sesión, el profesor que usted y yo conocemos, que da sus clases desde su comedor, desde su sala, el profesor del día a día, a él, no se le ofrecen ni una herramienta nueva ni una luz que le de esperanza de seguir en su clase de mañana.
El discurso de la nueva escuela no está brindando nada para que el profesor en verdad se sienta tranquilo que en un par de meses, tendrá mejor control de la situación, al contrario, si se investiga un poco, el profesorado está cada día más convencido de dejar la profesión. Cada día, se convence o autoafirma, que es mejor dejar las clases, que seguir como docente ya no es lo que era antes.
Si no creen las palabras aquí expresadas, les invito a realizar una encuesta de opinión entre sus más cercanos y verán (sin sorpresa) que la gran mayoría está pensando en dejar de dar clases.
El Futuro de la Nueva Escuela.
Lamentablemente mientras el sentir, el pensar, el actuar y el investigar en “cómo era la escuela antes” no dejará hacer el cambio de sistema. Mientras todas las esperanzas están en regresar al salón de clases para “irse a esconder” nuevamente para mantenerse cómodamente en el atraso tecnológico, nunca se avanzará como sistema.
La medicina avanzó como ciencia, como sistema. La economía se impulsó de la tecnología y su sistema se perfeccionó para bien o para mal, pero dejó de ser el mismo con el que el sistema bancario arrancó. Las comunicaciones. Cuántos de nosotros sufrimos porque esperábamos la llamada de alguien en nuestra casa y al estar fuera, perdíamos esa llamada. Las comunicaciones hoy en día ya no son las mismas.
Si como docentes estamos “cerrados” a que la escuela debe ser – como era antes – todas estas palabras no tendrán sentido ni razón y quizá, por esta misma postura, todo lo antes mencionado sobre la Nueva Escuela y lo que se muestra y ofrece en internet suena a más de lo mismo, porque es lo que se adolece y es lo que no se quiere aceptar, el cambio a una nueva escuela.
Hoy, en nuestras manos tenemos la gran posibilidad de empezar ese nuevo sistema. Hoy, ante esta problemática mundial, tenemos el espacio justo para comenzar un nuevo sistema. Hoy, se tiene el pretexto perfecto para hacer las cosas diferentes, hoy podríamos empezar a diseñar el nuevo Modelo Educativo, pero, como diría ese gran filósofo de las películas de Marvel:
“Mientras la mitad de la población recuerde cómo era antes, seguirán luchando por recuperar eso que perdieron, en lugar de mirar diferente el futuro que les espera”
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